domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Quién puede curar la vocación de un periodista?




The Newsroom cierra su primera temporada con tres posibles dimisiones. La más sonada, la del conductor del programa, Will McAvoy. Los motivos de esas decisiones mezclan aspectos estrictamente personales con otros profesionales, pero estos últimos parecen ser los más relevantes. Mejor dicho: los motivos profesionales, en este caso, resultan ser más hondamente personales que los no profesionales.

Al conflicto sentimental de Will se suma un varapalo profesional de primer orden: la portada de la revista New York le tilda de El más tonto. Llevaba un año tratando de hacer un buen programa, comprometido, independiente, riguroso… y sus colegas de otros medios le tildan de idealista, de quijote, de tonto trasnochado. El millonario presentador no sabe aguantar la presión, acaba hospitalizado y toma la determinación de abandonar el Periodismo.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Apología de la memoria: una cuestión de belleza, historia e identidad

 Museo Yad Vashem del Holocausto, Salón de la memoria.
Jerusalén, arquitecto Moshe Safdie, 1953.
«Yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros [...]. Les daré un nombre permanente [un yad vashem], que nunca será olvidado» (Isaías 56,5).

Tendemos a pensar que la memoria es un mero almacén de datos. Se nos ha dicho que la educación del XIX, que prestigiaba la memoria, ahogaba el pensamiento y la creatividad. Se ha extendido la idea de que gracias a Internet y a los soportes de almacenamiento digital tenemos toda la memoria personal y colectiva a un solo clic. Quizá porque pensamos todas esas cosas damos poca importancia al trabajo con nuestra memoria. Sin embargo, descuidar la memoria afecta a nuestra supervivencia, al sentido que le damos a nuestra vida, al modo en que nos relacionamos con el mundo y a la comprensión de nuestra propia identidad. De ahí que quiera compartir contigo esta especie de apología de la memoria.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Cómo puede el Periodismo elevar la calidad del debate político



Los episodios ocho y nueve de la primera temporada mantienen unidad temática y narrativa. Todos los redactores de Noticias Noche 2.0. sacrifican parte de su vida personal y de sus ideales profesionales para conseguir un debate que cambiará el modo de hacer las campañas y elevará la calidad del debate político. The Newsroom continua así su pretendida renovación del ideal periodístico y su crítica a los usos y costumbres dominantes hoy en la profesión.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Rafa Macarrón en Distrito 4: "El Reino de Fantasía no puede morir"

Maternidad, Rafa Macarrón, 2013.
Rafa Macarrón presenta en Distrito 4 (Calle Alcalá 115, Madrid) su última exposición, en la que mantiene su sello personal a la vez que afronta nuevos retos. Esta vez, el de enfrentarse a la creación de personajes únicos. La inauguración será el jueves 19 de septiembre (de 17 a 22h) y permanecerá abierta hasta el 1 de noviembre de 2013. He tenido el honor de escribir la reseña de la exposición, que reproduzco a continuación. Son palabras frescas al poco de salir del estudio de Rafa, después de contemplar la obra que ahora expone y de una larga y agradable conversación con él. Sólo me resta animarte a visitar su mundo y a disfrutar de un buen recorrido por el arte y la vida.


El Reino de Fantasía no puede morir


«“Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas” (Michael Ende). La pasión de Rafa Macarrón (Madrid, 1981) es pintar. Pintar con la pasión fría de quien se ha entrenado en el ciclismo profesional. Como si fuera consciente de que el Reino de Fantasía está en peligro, como si cada hora no soñada -no pintada- fuese una victoria de la Nada.

Crear personajes únicos. Ese es el reto al que Rafa Macarrón se enfrenta en la exposición que Distrito 4 acoge entre el 19 de septiembre y el 1 de noviembre de 2013. Cada personaje es único porque encarna a un tiempo lo universal y lo irrepetible, pero también porque reclama todo el protagonismo de cada obra. No puede diluirse en el grupo. No le queda otro remedio que mostrarse. Esta circunstancia obliga al artista a incrementar el dramatismo de sus criaturas, aunque la ternura que imprime a sus personajes atenúa todas las deformidades del alma.

"El veloz murciélago hindú": reconocer, redescubrir, agradecer

#cosasbonitas de @AmaliaCasado creado para esta nota.
Re-conocer es re-descubrir y re-descubrir es de las experiencias humanas más gratificantes que tenemos desde pequeños. Hay algo entre mágico y desconcertante en la capacidad que adquirimos para prever lo que va a pasar en un relato o cuento ya conocido. Hay algo sorprendente en el hecho de descubrir cosas nuevas en lo que ya dominamos como archisabido. Hoy caí en la cuenta de que «reconocer» es un palíndromo. Es decir, que se lee igualmente de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Me viene muy bien, porque me sirve para ilustrar cómo, al reconocer una realidad, el movimiento siempre es doble: de la realidad hacia nosotros y de nosotros hacia la realidad.

Hoy reconocí algo que estudié en su día; y recordé lo bien que lo pasamos varios compañeros de clase tratando de superar el modelo: «El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja». Ambas frases conforman un pangrama, es decir, un texto que usa todas las letras del alfabeto con el menor número de repeticiones posibles. Se usan mucho en edición digital, para poder comprobar de un vistazo una tipografía de letras completa. La brevedad y plasticidad de ese pangrama nos subyugaron. Mis compañeros y yo no logramos superarlo; pero nuestras tentativas nos inspiraron varios relatos y llenaron de carcajadas, tensión y sana competencia creativa muchas horas muertas.

Hay otra forma de reconocimiento que no tiene que ver con las cosas, sino con las personas, y que uno no puede hacerse a sí mismo. Es muy difícil que seamos capaces de reconocernos como valiosos para otras personas; o que seamos capaces de reconocer el valor que les aportamos. O nos lo muestran, o nos lo reconocen, o siempre nos quedará la duda. Esa es la lección del relato sufí sobre el anillo del talento. Y hay pocas experiencias más duras que las de creer que no servimos para nada, que podemos borrarnos y nada se perdería (quizá, incluso, que todo sería mejor para todos sin nosotros).

lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Por qué los periodistas valoramos tanto las exclusivas?



La confirmación de la muerte de Osama Bin Laden unos minutos antes de que la Casa Blanca lo haga oficial es el trasfondo que mantiene la tensión dramática en el capítulo siete de la primera temporada de The Newsroom. Mac, la productora de Noticias Noche 2.0., suspende la fiesta en la que toda la redacción celebraba el primer aniversario del programa para tratar de adelantarse al anuncio oficial.

¿Tiene sentido dejarlo todo para ser el primero en dar una información que todo el mundo conocerá apenas cinco minutos después? El guión recoge esta pregunta, aunque a mi juicio cierra el debate demasiado pronto y con una dosis de idealismo exagerada hasta para el propio Aaron Sorkin:
«Charlie: “El presidente nos contará lo que ocurre a las 10:30, según el comunicado. ¿Qué ventaja tiene publicarlo cinco minutos antes?”.
Mac: “América cree que Bin Laden está vivo. Si puedo matarlo un minuto antes toda mi carrera periodística hasta este momento habrá valido la pena”.
Charlie: “Entiendo”». (The Newsroom, 1x07).
El concepto de exclusiva tiene en el mundo del Periodismo una gran importancia, tanto objetiva como subjetiva. Subjetivamente, hay un cierto placer, natural y sano, en ser el primero en descubrir algo que todos queremos o necesitamos saber… a ese placer se suma otro, quizá hasta más gozoso: ser el primero en contarlo. Si vemos las cosas con hondura, no se trata sólo de una cuestión de tiempo, sino, tal y como dice la palabra, de exclusividad. Tiene que ver con que sea un descubrimiento propio, no sólo en el sentido de realizarlo en primera persona, sino también de que lo hemos realizado nosotros, y no otros. El carácter de exclusiva ha tenido siempre –aunque la digitalización de la información ha cambiado la percepción de esto- el de una averiguación que sólo una persona o un medio ha podido hacer… de forma que el resto han de limitarse a lo que dice ese medio o ese periodista. Debemos añadir a todo esto que ese placer subjetivo, propio del periodista o el medio que da la exclusiva, se traslada también su público fiel. “Los que leemos a… somos los únicos que nos enteramos de…”.

jueves, 12 de septiembre de 2013

La dialéctica de los malos empleados y las malas empresas

Aplicar la "lógica para controlar las cosas" a las relaciones humanas 
genera esclavos, monstruos, tiranos y mundos inhabitables.
El 75 por ciento de los empleados trabaja con “resignación” e “indiferencia”; el 78 por ciento afirma que son tratados por los jefes como “máquinas y números”, reconoce “no estar a gusto” en su puesto de trabajo y admite que si sigue ahí es porque “no le queda otra”. Son datos que arroja una investigación de Koerentia (Abc.es, 04/04/2012).

La primera vez que consulté estos datos pensé: “Si el 75 por ciento de las personas empleadas en este país trabajan resignados y con indiferencia, bastante bien le va a nuestra economía”. De hecho, me sorprendo a menudo por la desidia e incompetencia manifiesta de muchas personas que trabajan de cara al público. También me ha pasado al revés: cuando una de estas personas se muestra educada, servicial y manifiesta saber de lo que habla, me dan ganas de pedirle su tarjeta, porque la llevaría conmigo a cualquier aventura empresarial.

Escuchar detenidamente las razones de esa desidia nos permite plantear una nueva perspectiva, que no invalida la anterior: “Si las empresas tratan a las personas como máquinas y números, matarán su iniciativa personal, su sentido de la responsabilidad y desperdiciarán sus talentos y capacidades”. Las empresas grandes buscan la estandarización de productos y servicios en su búsqueda febril de maximizar el beneficio y, con ello, reducen a sus empleados al anonimato y a lo impersonal, lo que denigra la dignidad tanto de sus empleados como de sus clientes.

lunes, 9 de septiembre de 2013

El ‘off the record’ y la palabra del periodista



The Newsroom aborda bajo el paraguas del desastre de la central nuclear de Fukushima el tema ético del off the record. En el capítulo sexto de la primera temporada, Sloan (Olivia Munn) debe presentar un informativo en el que habla con un técnico de la central con el que había tenido una entrevista previa, bajo el acuerdo de no oficial, extraoficial u off the record.

En su encuentro previo, el técnico informó a Sloan de que era posible que hubiese daños en el tercer reactor y que en ese caso era posible que el nivel de reacción subiera a siete. Una vez en directo, el técnico apareció en antena junto con una traductora que además de mediar entre la entrevistadora y el entrevistado, limitaba el alcance de la entrevista. El técnico sólo se atrevió a decir que el nivel de radiación era de tres y que pasaría como mucho a cinco. Sloan sabía off the record que podría alcanzar siete, lo cual es considerablemente más grave y pondría en peligro la vida de miles de personas. El dilema es claro: Sloan puede mantener su palabra y callarse una información que puede resultar vital para miles de personas o bien puede hacerla pública, traicionando a su fuente. Opta por lo segundo. En el vídeo que encabeza esta entrada puedes ver cómo deja en evidencia a su fuente y también la bronca posterior que recibe por boca del jefe de Informativos de su cadena.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Una causa común que nos define

Eugène Delacroix, La libertad guiando al pueblo, 1830.

Funciona igual en las pandillas callejeras, las tribus urbanas, las sectas, los equipos de fútbol, las empresas, los ejércitos, las parejas de mus, las familias que pasan por dificultades, las religiones, los grupos musicales, las asociaciones de vecinos, los nacionalismos, los alcohólicos anónimos, los últimos supervivientes de la humanidad y la Compañía del anillo. Nada une más ni nos otorga más fuerza que aquello que nos distingue, define y une en la conquista de un objetivo común. Es un esquema profundamente humano: unificar sentido y compañía. Entonces, todo parece conspirar a nuestro favor y hasta las dificultades son una oportunidad para crecer juntos.

Quizá la chispa es el asombro al descubrir una causa, un anhelo, o un sueño compartidos. El rumbo lo marca la clarificación de las metas y objetivos concretos. El motor son los ánimos y el reconocimiento mutuo, que se alimentan de los primeros resultados, por sencillos que sean. En espiral creciente, esas sensaciones se potencian mutuamente: asombro, confianza, metas, compromiso, resultados, satisfacción, más asombro y (auto)confianza, nuevas metas… y así, sucesivamente.

jueves, 5 de septiembre de 2013

El periodista se alimenta de la realidad, no de otras noticias



Mackenzie, la productora de Noticias Noche, está harta de no contar con imágenes propias para cubrir las revueltas de El Cario en 2011 que provocaron la dimisión del presidente, Hosni Mubarak. La redacción es un centro neurálgico fundamental, pero la materia prima del Periodismo está en la calle. Aaron Sorkin aborda en The Newsroom (1x05) la importancia de tener fuentes de información directas y exclusivas. Lo hace además con brillantez y hondura, al vincular la auténtica vocación de periodista con su pasión por observar los acontecimientos históricos en primera persona para tratar de contarlos al mundo… aunque eso le cueste su vida.

De esta forma, la serie devuelve el temple heroico a una profesión marcadamente vocacional, en una época en la que el Periodismo ha perdido ambas cosas -puesto que van de la mano-. Una profesión es vocacional cuando nos obliga a tratar con realidades valiosas (cambios históricos), cuando exige de nosotros una entrega total (una consagración) y cuando está al servicio de otros (los ciudadanos), ofreciendo una contribución indispensable para el bien común. A la inversa, Sorkin nos dice que el periodista que trata asuntos intrascendentes, escribe como si el tema no fuera con él o se limita a hacer refritos de textos e imágenes que le llegan a su ordenador... no merece el nombre de periodista. Es más: ensucia y daña el buen nombre de la profesión.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Will McAvoy: “La misión del Periodismo es civilizar”



¿Qué es y qué no es Periodismo? ¿Cuál es la misión del periodista? Uno de los objetivos de la serie The Newsroom consiste en ensayar una respuesta comprometida a estas preguntas. El capítulo cuatro de la primera temporada nos presenta a Will McAvoy como un Quijote que ha recibido una alta misión: la de civilizar. Aunque la formulación de la pretensión es narrada con ironía cervantina, el capítulo define con nitidez lo que entiende por buen y mal Periodismo:

domingo, 1 de septiembre de 2013

DialogicalCreativity.es cumple un año

La felicitación es cortesía de @AmaliaCasado #cosasbonitas_quecambianelmundo, 2013.

El 1 de septiembre de 2012 empezábamos esta aventura con un pequeño homenaje al tábano de Atenas: «Escribiré como Sócrates me enseñó a vivir: con una mentalidad dialógica». Dediqué la primera entrada «a Winston Smith [protagonista de 1984]. A todos los Winston Smith que escribieron en beneficio de innumerables otros sabiendo que aquello les constaría la vida». Aquellas palabras no marcaban un tema, sino una actitud: la de gastar la vida o morir escribiendo sobre aquello que libera y mejora a quienes dialogamos amistosamente sobre ello.

Todas las entradas han tenido un destinatario directo o indirecto: mis alumnos universitarios. En el fondo, escribo para uno de ellos, aunque su nombre debe permanecer oculto. En todo caso, en él y en ellos late un destinatario universal, como lo fue el Lucilio en las epístolas de Séneca. Ha sido una sorpresa, un honor y un placer descubrir a muchos lectores esperados e inesperados. Valoro especialmente los comentarios a las entradas, que inauguran lo más parecido a un diálogo que puede ofrecer un blog.