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jueves, 14 de febrero de 2019

Fundamentos filosóficos para una empresa dialógica


La empresa genera hoy un impacto social que repercute en casi todos los ámbitos de la vida humana. Esta circunstancia implica que una mirada puramente económica sobre la empresa nos impide comprenderla en su plena autenticidad; es decir, conforme al lugar y la responsabilidad que ocupa en el conjunto de la vida social.

lunes, 21 de mayo de 2018

Redes sociales y configuración de la identidad

Imagen tomada de Personalismo.org.

La Asociación Española de Personalismo (AEP) propone este año un Seminario Permanente de Investigación que trata de responder, desde diferentes perspectivas, a la cuestión: “¿Identidades fuertes en sociedades débiles? Un desafío de la postmodernidad”. El pasado 19 de mayo impartí una ponencia con el título “Redes sociales: mundos virtuales y configuración de la identidad personal”. Fue retransmitido en directo y puedes ver el vídeo en las páginas de Facebook de la AEP  y de DialogicalCreativity. Abajo dejo el que fue, en líneas generales, el esquema de mi disertación.

lunes, 27 de junio de 2016

Fundación de la comunidad: la comunicación

Fotograma del anuncio del Banco Sabadell que reproducimos íntegro más abajo.
«Quizá no sabemos lo que decimos cuando hablamos de comunidad», pensamos cuando decidimos explorar el anhelo de comunidad que escuchamos hoy en muchos ámbitos personales y profesionales. En busca de la comunidad que anhelamos repasamos con Emmanuel Mounier diversos grados de vida comunitaria que hoy conocemos bien, explorando sus grandezas y su insuficiencia. Así, contemplamos las sociedades de masas o impersonales y las sociedades del nosotros; recordamos el valor de la camaradería y de las sociedades vitales; repasamos el sentido de las sociedades razonables y de las sociedades contractuales; y, por último, esbozamos la utopía de lo que, ahora sí, nos atreveríamos a llamar la comunidad ideal. Vimos, finalmente, que esa comunidad ideal no se da de forma automática, pasiva, sino que exige una tensión entre quienes queremos conformarla, una tensión que nos obliga a mirar y tratar al otro como un prójimo.

lunes, 20 de junio de 2016

El tú como prójimo: un nosotros comunitario

Fotograma de La Pasión de Cristo (The Passion of the Christ, Mel Gibson, 2004).

Reconocemos en nosotros, hijos del último siglo, una nostalgia de auténtica vida comunitaria. Al repasar los diversos grados de comunidad que relata Emmanuel Mounier llegamos a la conclusión de que sólo lo que él llama «comunidad ideal» responde con integridad a nuestros anhelos. Allí sostiene Mounier que semejante comunidad «no es de este mundo» y, sin embargo, reconoce que tenemos experiencia de ella, que en algunos momentos nos es regalada esa vivencia en plenitud.

La comunidad ideal es algo que nunca podemos dar por descontado. Rara vez, y sólo de forma frágil y temporal, es un lugar de llegada y descanso. Por lo general, la auténtica vida comunitaria es una constelación de fuerzas vivas, una tensión constantemente renovada fruto de un amor bien orientado. El secreto de esa orientación es tratar a cada persona como a un prójimo. Así lo explica Mounier en “Revolución personalista y comunitaria”, compliado en El personalismo. Antología esencial. Sígueme, Salamanca, 2002.

miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Qué es la filosofía? ¿Y para qué sirve?

Ponencia presentada en las X Jornadas de la AEP, 6 de mayo de 2016.

«¿Para qué sirve la filosofía? Sospechaba ayer el profesor Juan José García Norro que esta pregunta puede contender una trampa metodológica. Así lo creo. Creo que encierra una trampa semántica. Si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de dominio, es decir, si preguntamos “qué efectos, resultados o cambios voy a lograr si filosofo”, entonces mi respuesta es, tímidamente: “No. La filosofía no sirve para nada”. Preguntado desde la voluntad de dominio yo defendería –como tantos otros antes que yo– la inutilidad de la filosofía, porque cuando las ideas son un medio para lograr algo, es muy posible que ya no estemos haciendo filosofía, sino ideología o sofística. Sin embargo, si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de sentido, es decir, si preguntamos: ¿tiene sentido filosofar? Mi respuesta es, rotundamente: “Sí”. Y en esa perspectiva voy a situarme durante toda mi exposición».

lunes, 18 de abril de 2016

¿Cómo sería la comunidad ideal?

Esta ley de la selva enseña a Mowgli el equilibro entre el individuo y la manada (El libro de la selva, Jon Favreau, 2016).

Sentido de pertenencia, búsqueda de un hogar, encontrar nuestra tribu, poder decir ¡Tú también! y descubrir que así la vida se ensancha. La idea de «comunidad» evoca ese lugar en el que nos nutrimos como personas y en el damos también lo mejor de nosotros. En ámbitos filosóficos, empresariales, familiares, políticos y, por supuesto, en el mundo del coaching, se empieza a expresar un anhelo de comunión: debemos recuperar el sentido de comunidad. Ahora bien: quizá no sabemos lo que decimos cuando hablamos de comunidad, puesto que en los últimos siglos Occidente ha puesto el acento en la autonomía del individuo y hemos configurado nuestro mundo como si cada uno se bastara por sí mismo, hasta el punto de considerar la interdependencia como una debilidad.

lunes, 11 de abril de 2016

La tiranía invisible de la "sociedad razonable"


En nuestro repaso por los diversos grados de vida comunitaria tematizados por Emmanuel Mounier hemos hablado ya de la sociedad de masas y la sociedad del “nosotros”; de la camaradería y de la sociedad “vital”. En esta nota hablaremos de la sociedad razonable, en sus dos formas habituales: la sociedad de los espíritus, sustentada en la idea de que una comunión intelectual generará automáticamente una comunidad en la vida y el espíritu (el viejo ideal ilustrado); y la sociedad contractual, fundada sobre la conversación y la asociación supuestamente igualitarias.

viernes, 25 de marzo de 2016

Quizá no sabemos lo que decimos cuando hablamos de “comunidad”

Captura de pantalla de un capítulo de la serie The Big Bang Theory (2007-2015) ¿Forman estos chicos una comunidad?

La vida comunitaria fue una realidad, incluso una necesidad, durante siglos. En un sentido, lo que llamamos Modernidad puede leerse como el ejercicio por el que el individuo se hacía más autónomo, liberado de las ataduras comunitarias. Hoy estamos, en parte, de vuelta de todo eso, pues hemos sufrido las consecuencias del individualismo y, en la sociedad de la comunicación, nos sentimos más solos que nunca. En ámbitos filosóficos, empresariales, familiares, políticos y, por supuesto, en el mundo del coaching, se empieza a expresar un anhelo de comunión: debemos recuperar el sentido de comunidad.

jueves, 26 de noviembre de 2015

López Quintás: ‘La ética o es transfiguración o no es nada’

Retrato del profesor Alfonso López Quintás. Fotógrafo, fecha y lugar, desconocidos (¡por ahora!).

«Crecer es ley de vida». «Crecemos jugando, es decir, asumiendo las posibilidades creativas que nos ofrecen las realidades del entorno». «Cuando se da esa fecunda interacción creativa, podemos decir que actuamos inspirados». Estas son algunas claves que encontramos ya en el Prólogo de La ética o es transfiguración o no es nada (BAC, 2014), la última gran obra –hasta el momento– del profesor Alfonso López Quintás, importante figura del personalismo español.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Filosofía de la comunicación: existencialismo, personalismo y pensamiento dialógico

"Skrik" (El Grito), de Edvard Munch, 1893.
«Hasta hoy la historia se ha caracterizado por un ligamen entre los hombres, ya fuera en el seno de sociedades e instituciones o mediante un espíritu general. Incluso el solitario gozaba, por decirlo de alguna manera, de un sostén en su soledad. La actual disolución se manifiesta en el hecho de que crece la incomprensión, las personas se encuentran y se alejan unas de otras en la más absoluta indiferencia, y no queda comunidad ni lealtad digna de confianza» (Karl Jaspers, 1938). 

La primera mitad del siglo XX ve nacer una serie de obras filosóficas originales que, compuestas por diversos autores (algunos de los cuales no llegaron a conocerse ni leerse), coinciden en denunciar los excesos de la modernidad, en profetizar las terribles consecuencias políticas y sociales a las que esa forma de pensar conduciría (II Guerra Mundial) y en proponer una renovación espiritual para Europa desde categorías intelectuales muy similares. Esa paradójica comunión de espíritu y diversidad intelectual hizo que surgieran varias etiquetas para identificarlos, y que todas ellas encierren algo de ambigüedad. Ahora resulta importante destacar que todas las obras de las que hablamos nacen animadas por un espíritu de denuncia y de propuesta común que trasciende a sus autores individuales y que les vincula en un movimiento histórico que les envuelve y trasciende.

Aquellas obras eran (son) plenamente actuales en cuanto que proponen una filosofía nueva que asume los descubrimientos y desarrollos filosóficos de los últimos siglos dándolos de sí hasta configurar un vocabulario y unas categorías intelectuales que rompen los límites que la Modernidad se había auto-impuesto. Pero estas obras resultaron, también, marcadamente antimodernas por su enconada denuncia de algunos planteamientos reductivos de nuestro tiempo: empirismo, idealismo, racionalismo, materialismo, funcionalismo… Todos los ismos que denunciaron tienen en común el vaciar al hombre de su intimidad, el convertirlo en masa, de tal forma que en una aparente unidad (medios de comunicación, igualitarismo, pertenencia a una ideología...) los hombres se encontraban más solos y perdidos que nunca. Todos ellos son, aunque quizá nadie hasta ahora lo había formulado así, filósofos de la comunicación, puesto que el filósofo se enfrenta siempre a lo problemático, y lo problemático entre los hombres del último siglo ha sido «esa angustia por la falta de comunicación, y esa satisfacción única cuando ésta se produce» (Jaspers).