viernes, 25 de abril de 2014

‘El principito’ encuadernado: aprender a ver con el corazón

Encuadernación de Javier Abellán y María Barrio. El texto está integrado en la silueta del principito. 
Las figuras y el libro tienen un imán que permite situarlos en cualquier parte del planeta.

«Sólo hay un lujo verdadero: el de las relaciones humanas. Al trabajar sólo por los bienes materiales, construimos nuestra propia prisión». Estas palabras de Antoine de Saint-Exupéry en Tierra de los hombres guiaron la presentación de El principito encuadernado, una exposición de encuadernación de arte organizada por Llar del Llibre y acogida en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Federico Soto, en el corazón de Alicante. Fue, cómo no, el pasado 23 de abril, día del libro, en el año en que conmemoramos la desaparición del autor francés bajo el manto del Mediterráneo.

martes, 22 de abril de 2014

La ruta del encuentro: una propuesta de formación integral en la universidad

AGEJAS ESTEBAN, José Ángel
La ruta del encuentro. Una propuesta de formación integral en la universidad
Ed. Universidad Francisco de Vitoria – Colección Diálogos
Madrid, 2013, 378 pp.

«La experiencia de “encuentro” y el ideal de la “formación integral” han vertebrado la comunidad que fundó y ha constituido la Universidad Francisco de Vitoria durante sus primeros 20 años de existencia. El libro del profesor Agejas que ahora reseñamos quiere ser una síntesis de esa experiencia, un testimonio de esa forma de hacer universidad y una invitación al lector a participar de ese espíritu.

Las palabras que recoge la Introducción para ilustrar la pretensión del libro nos parecen muy inspiradoras:
“Como le sucedió a Dante en su viaje por los reinos de ultratumba, el diálogo con un acompañante era el mejor modo de comprender lo que veía y le sucedía. Las conocidas frases con que inicia el poema –“en medio del camino de nuestra vida, me encontré en un bosque oscuro, habiendo perdido la senda correcta”- son todo un programa (p. 18)”» [El subrayado es mío].
Como puedes ver, la fotografía que ilustra la portada responde a la inspiración de Dante. Con los párrafos citados arriba empieza la reseña que publiqué en el número 9 de la revista Comunicación y hombre el pasado mes de noviembre. Aquel fue un mes difícil para mí y ahora caigo en que no te había compartido la reseña. Quizá sí recuerdes que hablé del libro al escribir sobre El asombro y la formación integral. No repetiré aquí lo que escribí en la reseña, ni en aquella nota, así que si quieres saber más sobre el libro, te invito a leerlas.

lunes, 14 de abril de 2014

Sólo la sencillez salva

The Prayer, de Adrian McDonald.

«Estaba al borde de la desesperación total, de la depresión profunda, me veía en un callejón sin salida. Entonces me pongo a buscar la frase más simple, la cosa más sencilla, porque es lo que me puede salvar. Siempre he sabido que sólo la sencillez salva. No existe nada más simple que un vaso de agua o un mendrugo de pan. ¡Y con eso se salvan vidas!» (Conversación con Marek Miller para su programa de televisión, citado por Pascual Serrano en Contra la neutralidad, Península, Barcelona, 2011).

Así contaba Ryszard Kapuscinski cómo se enfrentó al síndrome de la página en blanco cuando trataba de escribir El emperador, una novela periodística sobre el líder de Etiopía Haile Selasie I. Nos revela, de esta forma, uno de sus principios literarios que, como en todo creador coherente, es también un principio de vida.

Muchos de sus reportajes destilan, quién sabe si consciente o inconscientemente, este principio: el ahogo entre las riquezas, lo barroco o la complejidad y el aire puro de lo simple, lo sencillo, lo esencial. La opresión del palacio y la liberación de la noche abierta entre las calles en un barrio humilde.

G. K. Chesterton predicó también un elogio de la sencillez en sus ensayos Lo que está mal en el mundo. Relata, entre cómico y sorprendido, la dificultad en que nos vemos envueltos entre los objetos del mundo moderno, en contraste con la sencillez de los objetos antiguos. Pone como ejemplos clásicos el fuego, el bastón, el cuchillo o la cuerda de pita. Como ejemplos modernos, el sacapuntas, la lámpara eléctrica o el calefactor. Y eso que, en su tiempo, no tuvo que lidiar con media docena de mandos a distancia para poder proyectar una película en el salón de su casa.

martes, 1 de abril de 2014

Doce buenas razones (y una mala) para que un universitario tenga un blog

Fotografía tomada de Forest Nature Dreams, 22-03-2014.
Hay infinitas buenas razones para tener un blog. No escribo esta nota para quien ya tiene razones -aunque igual encuentra alguna más-, sino para quien tiene dudas o quien nunca se lo ha planteado, puesto que creo que puede ser bueno para él. Pienso también muy especialmente en mis alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria, a quienes llevo dos años proponiéndoles un #ProyectoBlog en el que reflexionamos sobre todas estas cosas.