martes, 31 de mayo de 2022

Apología de Sócrates: la primacía de la verdad

Sócrates, Aspasia y Alcibíades (Nicolas Andre Monsiau)

Esta conferencia pone la figura de Sócrates en relación con la primacía de la verdad pero es, sobre todo, una invitación a quienes la escuchan a leer y meditar por su cuenta la <i>Apología de Sócrates</i>, texto breve y dramático que se encuentra entre los fundacionales de la cultura occidental. 

Lleva por título «Sócrates I: la primacía de la verdad (Apología)» y fue pronunciada el 18 de marzo de 2021 en el Curso Sistemático de Filosofía del hombre (2022-2021), integrado en el Seminario de Humanidades y Educación dirigido por el catedrático D. José Manuel García Ramos en la sede de la Fundación Universitaria Española (FUE). Tienes abajo una introducción a las ideas allí expuestas. 

Creo que la <i>Apología</i> contiene seis ideas fundamentales: cuatro sobre la sabiduría, que Sócrates expone con la intención de demostrar que <i>el no es un sabio</i>. Las otras dos, indirectamente presentadas por Platón, explican por qué Sócrates pierde el juicio y es condenado a muerte. 

Como estas seis ideas pueden contarse en 15 minutos, el resto de la conferencia consiste en una lectura reposada de algunos pasajes de la <i>Apología</i> y en un coloquio con los oyentes pues, como dice Sócrates en este texto, no hay nada más hermoso que conversar con los amigos acerca de los asuntos importantes de la vida.

 

martes, 17 de mayo de 2022

Don Mario Benedetti, tú quisiste superar todas las grietas

Mario Benedetti en 1983 (Fuente: Wikipedia)
«Voy a cerrar los ojos en voz baja. Voy a meterme a tientas en el sueño. En este instante el odio no trabaja para la muerte, que es su pobre dueño», escribió, una vez, don Mario Benedetti. Hasta mañana, llevaba por título. Sin la esperanza, o sólo a medias, de que mañana hubiera Mañana. Creo que es su poema más trágico, más duro, donde reconoce con crudeza que la vida, cuando estamos verdaderamente despiertos, no tiene sentido. Por eso él prefería soñar e, incluso cuando hablaba en serio, no lo hacía por mucho tiempo. A pesar del miedo que reconocía en este poema terminaba pidiéndonos: «No me lo digan cuando me despierte».