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jueves, 5 de diciembre de 2019

Comentarios a Infoética: "El saber propio del periodista es un modo de mirar y contar la realidad"

Álvaro Abellán-García, Gabriel Galdón, María Solano, don Ginés, Francisco Serrano / 10.12.2019

El pasado martes (10.12.2019, 19.00h) estuve en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías (Casa de Fieras de El Retiro), presentando y discutiendo el libro de mi colega y maestro Gabriel Galdón Infoética. El periodismo liberado de lo políticamente correcto (CEU Ediciones, 2019). Ya abordé alguno de los temas del libro en un seminario bibliográfico de AEDOS; y espero que pronto esté disponible una reseña académica del mismo en Comunicación y hombre.

María Solano presentó el acto y hablaremos: don Ginés, obispo de la diócesis de Getafe; un servidor; Francisco Serrano Oceja, periodista y profesor en la Universidad San Pablo CEU; y el autor. Después tuvimos un coloquio con el público. Te dejo abajo mi intervención.

lunes, 18 de noviembre de 2019

Narración, testimonio y argumentación: el ‘realismo eminente’ de la información periodística

El Seminario Bibliográfico de Aedos reúne a un grupo interdisciplinar de académicos en torno a una novedad editorial. El acto comienza con una presentación de la obra por parte del autor; continúa con un comentario crítico de otros investigadores que examinan la obra desde su disciplina particular. Entonces el autor toma de nuevo la palabra, dando paso a un animado debate sobre los asuntos que trata la obra comentada.

La primera vez que asistí como invitado a una sesión me pareció un ejercicio muy universitario y un privilegio para los autores del libro comentado. Desde hace unos años, cuando se presente un libro próximo a mi área de estudio, el presidente de Aedos, Fernando Fernández Rodríguez, me invita a ser uno de los comentaristas. Así ocurrió el pasado 26 de octubre de 2019, con el libro de GALDÓN LÓPEZ, Gabriel. Infoética. El periodismo liberado de lo políticamente correcto. CEU Ediciones, Madrid, 2019. Fue en la Sala Institutos de la Universidad CEU San Pablo, en el campus de Julián Romea, 20 (Madrid). A continuación, transcribo el contenido de mi disertación.

lunes, 10 de septiembre de 2018

¿Qué perdemos al decir «migrantes» donde antes decíamos «inmigrantes»?

Dhanbad, Bihar State, India, 1989. La imagen, de Sebastiao Salgado, forma parte de su proyecto Éxodos.


Desde hace unos meses se escucha con frecuencia en los medios de comunicación la palabra «migrante», en detrimento de las más habituales «inmigrante» y «emigrante». El cambio ha sido repentino y bastante globalizado, como si buena parte de los medios de comunicación españoles hubieran reescrito simultáneamente sus libros de estilo respecto de esta cuestión.

Los cambios de vocabulario –especialmente los que se producen de forma tan repentina y acordada- no son accidentales. Responden a una estrategia precisa sobre un cambio de mentalidad. Cambiar el lenguaje es cambiar el medio –y el modo- en que pensamos las cosas. Así que de inmediato me puse a pensar qué podría provocar este cambio de vocabulario y no me fue difícil formular mi primera hipótesis: «inmigrante», en castellano, es una palabra cargada de connotaciones negativas mientras que «migrante» parece más neutra. La razón vendría impulsada por esa punzante búsqueda de un lenguaje políticamente correcto.

lunes, 29 de enero de 2018

Prensa y posverdad: «Los archivos del Pentágono»

Fotograma de Los archivos del Pentágono (The Post), de Steven Spielberg, 2017.

La palabra «posverdad» está de moda. Con ella se subraya «la circunstancia de que los hechos objetivos influyen menos en la opinión pública que las llamadas a la emoción y la creencia personal» (Diccionario de Oxford). Los académicos aún discuten si esta circunstancia se ha dado siempre o si estamos en una nueva fase de la historia de las democracias modernas. Y en mitad de este debate… llega la última genialidad de Steven Spielberg, Los archivos del Pentágono (The Post, 2017).

lunes, 13 de marzo de 2017

Saint-Exupéry: un periodista francés en la guerra de España

Antoine de Saint-Exupery junto al avión que pilotó, gracias al diario parisino L'Intransigeant, para cubrir la guerra civil española.

«Esta tarde he asistido al bombardeo desde la misma ciudad [de Madrid]. Alguien juzgó necesario dejar caer un rayo sobre la Gran Vía para descuajar una vida, una sola. Algunos viandantes se sacudían los escombros; otros corrían; el humo ligero se disipaba; pero aquel joven, salvado milagrosamente sin un rasguño, tenía a su novia, a la misma que segundos antes llevaba cogida del brazo con su ternura, a sus pies, convertida en una esponja de sangre, en un amasijo de carne y jirones. Mientras se arrodillaba, sin entender nada todavía, movía la cabeza lentamente, de arriba abajo, como si pensara: “Qué extraño es esto”. En aquella flor derramada no había nada que le recordara a su amiga. […] A medida que el grito, diferido no sé por qué razones, se formaba en su garganta, el joven tenía la ocasión de comprender que el verdadero objeto de su amor no habían sido esos labios, sino el gesto, la sonrisa de esos labios. No esos ojos, sino su mirada. No ese pecho, sino su delicado movimiento marino. Tenía la oportunidad de comprender, en definitiva, la causa de la angustia que le provocaba su amor. ¿Acaso no había perseguido lo inaprensible? No se trataba de estrechar su cuerpo, sino la suavidad, la luz, el ángel ingrávido que lo cubría…» Saint-Exupery, Antoine, La guerra de España, trad. de Andoni Eizaguirre Ugarte, KEN Nueva, Mutilva (Navarra), 2016, 60-61.

miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Qué es la filosofía? ¿Y para qué sirve?

Ponencia presentada en las X Jornadas de la AEP, 6 de mayo de 2016.

«¿Para qué sirve la filosofía? Sospechaba ayer el profesor Juan José García Norro que esta pregunta puede contender una trampa metodológica. Así lo creo. Creo que encierra una trampa semántica. Si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de dominio, es decir, si preguntamos “qué efectos, resultados o cambios voy a lograr si filosofo”, entonces mi respuesta es, tímidamente: “No. La filosofía no sirve para nada”. Preguntado desde la voluntad de dominio yo defendería –como tantos otros antes que yo– la inutilidad de la filosofía, porque cuando las ideas son un medio para lograr algo, es muy posible que ya no estemos haciendo filosofía, sino ideología o sofística. Sin embargo, si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de sentido, es decir, si preguntamos: ¿tiene sentido filosofar? Mi respuesta es, rotundamente: “Sí”. Y en esa perspectiva voy a situarme durante toda mi exposición».

lunes, 25 de abril de 2016

Kapuscinski: «Hallar la palabra certera»

Ryszard Kapuscinski, foto del Archivo de la familia Kapuscinski.

«Hallar la palabra certera
en plenitud de sus fuerzas
tranquila
que no caiga en la histeria
que no tenga fiebre
ni una depresión

martes, 1 de marzo de 2016

Periodismo: ¿Oficio, afición o profesión?

Fotograma de Todos los hombres del presidente (All The President's Men, Alan J. Pakula, 1976).

Un oficio es una ocupación habitual, normalmente relacionada con la repetición, el ritual o las artes mecánicas. El oficio, por lo tanto, puede ser una actividad muy noble, muy sentida, incluso trascendente y, por supuesto, muy hermosa. Pero no es un quehacer netamente intelectual.

Profesión viene de del latín professio, que significa «acción y efecto de profesar». Subrayo el origen latino de la expresión no por capricho, sino porque ese origen debería servir para despertar la conciencia del periodista sobre su propio quehacer.

jueves, 21 de enero de 2016

Ficción y realidad en torno a la figura de Kapuscinski

Ryszard Kapuscinski, captura de pantalla del reportaje Poet on the front line (Gabrielle Pfeiffer, 2004).
Ryszard Kapuscinski ha sido reconocido como «el mejor reportero del siglo XX». En España se puso de moda a finales de los 90 y desde entonces hasta su muerte, en enero de 2007, su leyenda fue creciendo en los círculos periodísticos y universitarios. Quizá el momento cumbre de su popularidad en nuestro entorno lo alcanzó en 2003, cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

En el año 2010 llegó a España Kapuscinski, non-fiction, una biografía del maestro escrita por uno de sus discípulos, Artur Domoslawski. Un aforismo latino atribuido a Aristóteles reza así: Amicus Plato, sed magis amica veritas (algo así como «Amigo de Platón, pero aún más amigo de la verdad»). Pues bien, Domoslawski parece compartir esa idea y no tiene inconveniente –con ciertos apuros– en desmentir algunas imprecisiones y leyendas que Kapuscinski construyó no sólo en sus reportajes, sino en torno a su propia persona.

martes, 28 de julio de 2015

Los hechos y su sentido: ¿por qué el pollo cruzó la carretera?

Fotografía de Arthur Tress, San Francisco, 1964.
«¿Por qué el pollo cruzó la carretera?» El hecho incuestionable es que el pollo cruza la carretera. Pero, ¿por qué? A la hora de encontrar el sentido de dicho acontecimiento es donde, demasiadas veces, ponemos más de nuestra subjetividad que del análisis de lo real. Prueba de ello son las respuestas ficticias que personajes históricos muy reales darían a esa pregunta:

Platón: «Porque al otro lado de la carretera se encuentra la verdad».
Aristóteles: «Porque está en la naturaleza del pollo cruzar las carreteras».
Buda: «Preguntarse tal cosa es renegar de tu propia naturaleza de pollo».
Galileo: «Y, sin embargo, la cruza».
Karl Marx: «El pollo cruzó la carretera porque era dialécticamente inevitable».
Joseph Stalin: «El pollo debe ser fusilado inmediatamente, junto con los testigos de la escena y diez personas más, escogidas al azar, por no haber impedido ese acto subversivo».
Sigmund Freud: «Que preguntes por un pollo revela tus traumas sexuales».
Albert Einstein: «El hecho de que el pollo cruce la carretera o de que la carretera pase por debajo del pollo depende del punto de referencia».

Si le preguntas a Google "por qué el pollo cruzó la carretera", encontrarás muchas otras variantes de este chiste, con cientos de respuestas previsibles de personajes históricos o ficticios, y hasta de arquetipos profesionales, como "profesor de primaria", "profesor de universidad", etc.

martes, 23 de junio de 2015

Ryszard Kapuscinski: el buen periodismo y el pensamiento dialógico

Ryszard Kapuscinski y sus fotografías en Oviedo, con motivo de 
la recepción del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003.

La reflexión académica sobre el periodismo está gravemente lastrada por planteamientos cientificistas, funcionalistas y cibernéticos que nublan la dimensión personalísima de este quehacer profesional. La sociedad es entendida como una gran maquinaria y el periodismo es una función más al servicio del gran engranaje social.

Las noticias han de ser objetivas, no ya en el sentido de veraces –cosa evidente–, sino en el de impersonales, asépticas, neutrales, liberadas de toda pretensión de moralidad y de personalidad. Como los análisis clínicos o las pruebas de laboratorio. Durante años se ha considerado un rasgo del estilo noticioso lo que propiamente es ausencia de estilo, es decir, el estilo impersonal. La noticia pura no debía ser firmada, para subrayar que no importa quién la escribe, pues sólo importan los hechos y los datos, científicamente ordenados conforme a la pirámide invertida.

Durante mis estudios de doctorado traté de buscar otros fundamentos en los que asentar una Teoría de la Comunicación con un rostro más humano. Encontré en el pensamiento dialógico esa fuente. Supe entonces que el modelo básico para comprender la comunicación social no es la comunicación entre máquinas (Modelo matemático de la información) ni la comunicación entre animales (Modelo funcionalista, fórmula de Lasswell), sino el diálogo interpersonal. Y supe que la filosofía del diálogo es la matriz desde la que comprender la comunicación social.

lunes, 30 de marzo de 2015

Proyecto Blog: ¿Sueñan los periodistas digitales con mundos virtuales?

Ilustración de P. Miller, tomada de su Proyecto blog.

El hombre moderno ha vivido acomplejado por los éxitos de las ciencias naturales y aplicadas. Esa peligrosa fascinación ha sido denunciada por la mejor literatura desde el Frankenstein de Mary Shelley, homenajeada en la inolvidable Blade Runner. Recuerdo ahora, sin olvidar Un mundo feliz, a nuestro querido Miguel de Unamuno, atrapado por esa obsesión y luchando ferozmente contra ella en Amor y pedagogía. Esa fascinación por la ciencia lleva aparejada el gusto por la neutralidad, la objetividad y los datos. A esa obsesión no escapó el Periodismo, quien hizo de la información –datos objetivos, estilo impersonal, neutralidad moral– un templo divino: «Los hechos son sagrados; las opiniones, libres».

Sin embargo, hasta los puristas del lenguaje, en plena moda de las distinciones analíticas, reconocieron (véase la confesión de John L. Austin) que en la comunicación humana todo acto informativo es inevitablemente perlocutivo, es decir, que busca y provoca efectos. El Nuevo Periodismo fue una primera reacción –tan moral y epistemológica como estilística– a esas pretensiones. Tom Wolfe y compañía nos recordaron que el periodista es persona que habla de personas, que el relato es la mejor forma de comprender el corazón humano y que el periodismo o es comprometido o es inhumano.

domingo, 11 de enero de 2015

Carta al yo futuro (periodista): "Te envío estas letras para para recordarte lo que quiero que seas"

Cartas de los alumnos de periodismo al "yo futuro" que cada uno de ellos será en febrero de 2015.

Te compartí hace unos días un juego muy serio que me traigo con mis alumnos:
«Una de tareas que pido a mis alumnos durante su segunda semana de vida universitaria es que se escriban una carta a su yo futuro, el yo que serán al finalizar los exámenes de febrero, sus primeros finales como universitarios. Yo me quedo con esa carta –la leo y la comparto, con su permiso– hasta que se la devuelvo puntualmente al comenzar el segundo semestre […]
Si me dan su permiso, espero compartirte pronto una entrada con varias perlas recogidas de sus distintas cartas. Estoy seguro de que, por torpe que sea mi intervención, el conjunto puede sonar armónico, como un poema colectivo» (Carta al ‘yo futuro’: escribir nuestra historia y vivir con esperanza).
Pues bien, tengo su permiso y, cuando releo algunas de las cosas que aquí trascribo, no puede dejar de emocionarme. Pongo en tus manos un tesoro que es también un regalo: las dudas, miedos, retos, expectativas, consejos y esperanzas de un gran grupo de universitarios que esperan convertirse en un futuro en buenos periodistas.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Contra la corrupción, la ejemplaridad

Cuando la palabra condena al corrupto, sanea los corazones y salva la institución.
La primera catilinaria, Maccari, 1880. 

“¿Cómo voy a comprender a Francisco Granados?”, me preguntaba Mayra Ambrosio después de leer mis últimas Impresiones, donde llamaba a los periodistas a liderar la comprensión sobre el difícil momento que atraviesa la comunicación pública –la vida pública, que se expresa en esa comunicación– en nuestro país. Entre las diversas reacciones que recibió el artículo –de todo tipo– es la que más me ha ayudado hasta el momento para desarrollar mi idea, y no es casualidad que esa ayuda venga en forma de pregunta.

miércoles, 15 de octubre de 2014

El Periodismo ya no es «el mejor oficio del mundo»

Viñeta de Andrés Rábago, El Roto.

Que me perdonen los fans de Gabo, pero el Periodismo ya no es «el mejor oficio del mundo» porque ya no es un oficio: el periodismo es una profesión. Mirar el Periodismo como oficio es un tópico que sobrevive gracias a la repetición de los veteranos –formados por maestros anteriores a la creación de los estudios universitarios de Periodismo–, un tópico alimentado por esa falsa idea de que «cualquiera tiempo pasado fue mejor».

El Periodismo era un oficio cuando se estudiaba en escuelas de Periodismo y, todavía antes, cuando se dedicaban a él las mejores plumas y los mejores testigos de cada época: los escritores, algunos con vocación juglar y aventurera y otros marcadamente intelectuales. Escribir, es verdad, siempre ha sido un oficio. Cuando el mundo era lo bastante sencillo como para que una inteligencia despierta con sentido común y sensibilidad humana y literaria diera buena cuenta de él, que un escritor oficiara de periodista era más que suficiente.

lunes, 30 de junio de 2014

Antonio Caño y Ana Pastor: dos estilos de periodismo mano a mano

Ana Pastor y Antonio Caño durante la entrevista para Jot Down. Foto de @Lupe_.

Antonio Caño, quinto director del diario El País, concedió una extensa entrevista a Ana Pastor para Jot Down. Merece la pena leerla reposadamente, pasando de puntillas por los temas de actualidad –quizá efímeros– y atendiendo a dos concepciones del periodismo que allí aparecen enfrentadas, nítidamente encarnadas por entrevistadora y entrevistado.

Ana Pastor (1977) es una periodista a un tiempo joven y consolidada que ha trabajado para diversos medios. Si buscas "Ana Pastor" en Google aparecerán varios posados suyos y su página de Wikipedia, pues su persona aparece como un resultado más relevante que el de la actual ministra de Fomento del Gobierno de España, que tiene el mismo nombre. Pastor hizo en la entrevista aquello a lo que nos tiene acostumbrados, porque ha encontrado su sello personal. Es, en sí misma, una marca. Empieza poniendo sobre la mesa los trending topic de Twitter, en el preciso sentido de trending –inmediatez y moda– y de topic –tópico dominante–. Y lo hace con un talante incisivo, rozando la impertinencia y sin poder evitar justificarse sí misma, ejerciendo a un tiempo como juez –de forma explícita– y parte –de forma velada, pero evidente–.

Antonio Caño (1956) lleva 32 años en El País y ha ejercido prácticamente en todos los puestos posibles en un medio impreso internacional. Su estilo de Periodismo, actual por clásico, hereda la tradición anglosajona, que él considera la mejor. No tiene página en Wikipedia ni apenas presencia pública. Es a un tiempo muy educado y firme en sus convicciones. Puede ser atrevido y valiente en sus declaraciones, pero suenan moderadas porque están cargadas de razones y nunca resultan absolutas, sino enmarcadas en su contexto. Puede discrepar de muchos, pero eso no le empuja a etiquetarlos con desprecio. Al poner sobre la mesa los hechos, al priorizar unos frente a otros, al buscarles un contexto adecuado de interpretación, ejerce, como toda persona que abre la boca, de juez, pero en este caso la pretensión es ser ecuánime, no partidista.

domingo, 22 de junio de 2014

Proyecto Blog 2014: una comunidad de aprendizaje más allá de las aulas

Paloma nos revela el interior de su cerebro creativo en MIND.

La primera edición del proyecto blog quiso atender a lo esencial: «Descubrir y pronunciar nuestra palabra para el mundo». Ese es el reto de todo comunicador, sea periodista, director de cine, guionista, diseñador, publicitario o artista. En cierto modo es el reto de cada ser humano, si entendemos que vivir consiste en responder, con palabras y acciones significativas, a los retos que nos plantea el mundo que nos toca vivir.

Ahora bien: todas las realidades humanas valiosas crecen desde dentro hacia fuera, alimentando lo esencial gracias a nuevos aprendizajes y experiencias que permiten consolidarlo. El Proyecto Blog 2014, desarrollado con estudiantes de Periodismo, Diseño y Bellas Artes, ha puesto el acento en las posibilidades que ofrece el blog para generar una comunidad de aprendizaje expandida, es decir, para ampliar la experiencia formativa que comienza en el corazón del aula hasta cualquier rincón del mundo.

lunes, 24 de marzo de 2014

Adolfo Suárez: su última lección de política, comunicación y convivencia

Adolfo Suárez habla con la prensa en la Embajada de España en París, 1975. GETTY

«En 1980 Adolfo Suárez concedió una entrevista a Josefina Martínez del Álamo que se salía de lo habitual. Fue una conversación tan franca que sus consejeros decidieron vetarla. “Un presidente no puede ser tan sincero”, dijeron». D7 Los domingos de Abc publicó aquella entrevista con motivo de su 75 aniversario el 23 de septiembre de 2007. Hoy la ha rescatado ABC, por razones evidentes. La actualidad de los contenidos, más allá del personaje, es ahora más relevante que entonces. Los azares de su historia convierten esta entrevista en su última aparición pública, aunque aconteciera 27 años antes. Es su testamento político para nosotros.

Te recomiendo leer la entrevista entera: nos ayuda a recordar que en la vida pública siempre hay una persona detrás del personaje. Aquí reproduzco algunos párrafos directamente relacionados con la temática del blog, acompañados de una breve reflexión. Cierra esta nota su discurso electoral de 1977, con su famoso "puedo prometer y prometo", que nos permite repasar con sus palabras lo que hizo, lo que dijo que haría y lo que efectivamente logró.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Los extremos del periodista y la aportación del becario: entre el más cínico y «el más tonto»


The Newsrroom termina su primera temporada retomando los dos encuentros que desencadenaron toda la trama. Ya analizamos en Veredicto final cómo en el encuentro con el otro despierta la propia vocación. En esta ocasión son dos mujeres las culpables de que Will McAvoy abandonara la comodidad de un Periodismo neutral y sin compromisos y consagrara su vida a que Estados Unidos vuelva a ser «el mejor país del mundo». Puedes revisar la primera secuencia de la serie, con el conocido discurso de Will, para volver de nuevo a este corte y disfrutar mejor de un cierre de temporada redondo.

Disfrutar de un final de temporada a la altura de toda la serie es razón suficiente para recoger este vídeo. Pero tengo otras dos razones para hacerlo. Con ellas, terminamos el primer ciclo de ‘The Newsroom’, una lección de periodismo, a la espera de retomar las lecciones con la segunda temporada. Esas dos razones son: clarificar qué quiere decir la expresión «el más tonto» y reflexionar sobre el papel de los becarios en una redacción.

domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Quién puede curar la vocación de un periodista?




The Newsroom cierra su primera temporada con tres posibles dimisiones. La más sonada, la del conductor del programa, Will McAvoy. Los motivos de esas decisiones mezclan aspectos estrictamente personales con otros profesionales, pero estos últimos parecen ser los más relevantes. Mejor dicho: los motivos profesionales, en este caso, resultan ser más hondamente personales que los no profesionales.

Al conflicto sentimental de Will se suma un varapalo profesional de primer orden: la portada de la revista New York le tilda de El más tonto. Llevaba un año tratando de hacer un buen programa, comprometido, independiente, riguroso… y sus colegas de otros medios le tildan de idealista, de quijote, de tonto trasnochado. El millonario presentador no sabe aguantar la presión, acaba hospitalizado y toma la determinación de abandonar el Periodismo.