sábado, 27 de julio de 2013

«Oiga doctor, devuélvame mi rebeldía»

Retrato de Joaquín Sabina fumando, Fb oficial.
Aunque sea hacerle de menos como músico, hay que subrayar la fuerza de Sabina como poeta. Una de sus letras, Oiga doctor, me inspiró este Crear en uno mismo. En aquella canción, Sabina se queja de su felicidad y le pide al doctor que le devuelva su frustración, su fracaso, su rebeldía, su pasión. Sin ellas, ya no es él mismo, sino sólo su «caricatura». ¿De veras quiere convencernos Sabina de que la rebeldía forma parte esencial de la vida creativa?

Con su genial ironía, Sabina juega con el doble sentido de algunas palabras que normalmente asociamos a algo malo, y que él demanda como las auténticamente humanas. Objetivamente hablando, nadie puede desear el fracaso, el dolor, la depresión o la frustración. Sin embargo, cuando esas pasiones no nos dominan no sólo no son algo malo, sino que manifiestan dos cosas muy buenas. La primera, que estamos vivos; la segunda, que soñamos con algo mejor de lo que tenemos.

Sabina dice: «Oiga doctor, que no escribo una nota desde que soy feliz»; y esa noticia es habitual entre los creadores. Recuerdo que Juan Manuel de Prada me dijo una vez que es la «insatisfacción» el motor de todo artista, y que un artista satisfecho carece de motivos para escribir. Gregorio Marañón sostiene que la rebeldía es la virtud por excelencia de la juventud. Pero no una rebeldía sin causa, sino la rebeldía como «esa generosa inadaptación a las imperfecciones de la vida» que lleva a los jóvenes a luchar por un mundo más justo.

jueves, 25 de julio de 2013

Encuentra tu tribu, porque sólo crecemos en comunidad

Alex Katz, Ives.
«Encuentra tu tribu» es un consejo que ha popularizado Ken Robinson en el ámbito educativo (Cf. El Elemento), pero es también un mantra típico para el desarrollo de equipos creativos. Parece un descubrimiento actual, importado del continente africano («Hace falta toda una tribu para educar a un solo niño») y, sin embargo, es una idea clásica en Occidente, sólo eclipsada por el individualismo de los últimos siglos. ¿Por qué necesitamos encontrar nuestra tribu? ¿Para qué la queremos? ¿Es realmente importante para nosotros tener una tribu?

Recuerdo la sorpresa que causó en mis alumnos de Bellas Artes (una de esas profesiones lastradas por un individualismo exacerbado) leer el primer consejo que ofrece el pintor Alex Katz en su aportación a las Cartas a un joven artista: «Pintar es una actividad social y se realiza en comunidad. Encuentra tu comunidad». Algunos de mis alumnos no estaban seguros de entender al pintor y otros discreparon abiertamente de su afirmación. Les pedí que repasaran la vida de sus artistas y pensadores favoritos. Recordaron, por ejemplo, que El Greco debió encontrar Toledo para llegar a ser él mismo. Que Séneca encontró en Lucilio a quien le inspirara una escritura «para los hombres del futuro». Incluso, que Sócrates tuvo en los atenienses, tanto en sus discípulos como en sus verdugos, quienes le hicieron inmortal. El Greco, Séneca, Sócrates (y cada uno de nosotros), fueron los que fueron porque lo fueron cuándo y dónde lo fueron. Parece un juego de palabras, pero en ese preciso sentido es en el que hay que entender la profunda expresión de José Ortega y Gasset «Yo soy yo y mi circunstancia».

martes, 23 de julio de 2013

Viajar despacio para madurar deprisa

Island on lake Superior, Canadá, por Henry LW.
¿Viajar es siempre una experiencia enriquecedora? ¿O acaso hay formas y formas de viajar?

El prestigio que hemos adquirido sobre el gobierno de las cosas nos ha llevado a aplicar esas categorías al gobierno de nosotros mismos. Una de las nuevas pobrezas del Occidente contemporáneo es fruto de haber olvidado esta experiencia: que las reglas del juego que rigen la vida personal difieren de las que regulan el mundo de las cosas.

Aviones, autopistas, trenes de alta velocidad. Vías rápidas y medios de transporte. La misma expresión tiene miga: ya no viajamos, sino que nos transportamos. Nuestro cuerpo es una mercancía que conviene llevar de un sitio a otro lo más rápida y cómodamente posible. Alguna vez hemos soñado con una máquina de tele-trasportación. Una máquina que nos lleve de casa al trabajo y de la ciudad a la playa en cuestión de segundos. Es el método idóneo para “ahorrar tiempo”. Porque “tenemos menos tiempo que nunca” y “no podemos permitirnos perder tiempo”. Ahora bien: ¿Qué hacemos con el tiempo ahorrado en transportarnos velozmente de un sitio para otro?

Los medievales definieron al hombre como homo viator. Viajero. Peregrino. Entendían que el hombre es, sobre todo, no ya caminante, sino camino. Pero a los hombres de hoy ya no nos interesa el camino, sino los destinos; de tal forma que llegamos sin haber partido. Cuando el vendedor le dijo al Principito que con sus píldoras para la sed se ahorraría 53 minutos a la semana, el Principito respondió: «Si tuviera 53 minutos para gastar caminaría muy suavemente hacia una fuente…» Nosotros no hemos gastado esos 53 minutos, pero hemos convertido la fuente en píldora, de forma que gastamos esos 53 minutos en ir a otros destinos también convertidos en píldoras contra dolencias que no tendríamos si camináramos suavemente hacia una fuente.

domingo, 21 de julio de 2013

La verdad y la alegría

Henri Cartier-Bresson, Rue Mouffetard, 1952.
He aquí un buen consejo en nuestra inevitable tarea de formarnos una opinión acerca de las cosas. No digamos ya cuando, además, debemos actuar o vivir conforme a lo que pensamos y a cómo pensamos: «Nunca creas en una verdad que no lleve consigo, al menos, una alegría». La frase es de Friedrich Nietzsche. A este poeta que le gustaba escribir filosofía a martillazos podemos achacarle contradicciones, exageraciones y diagnósticos equivocados. Sin embargo, un análisis pormenorizado de sus escritos revela su particular genialidad: expresar con brillantez y contundencia las debilidades del pensamiento moderno.

En algún momento de la historia de Occidente la búsqueda de la verdad dejó de ser un anhelo, un misterio y una aventura apasionante. Así la entendieron los griegos. «Todos los hombres desean naturalmente saber», escribió el frío Aristóteles. Así la entendieron los medievales, convencidos de que la verdad nos hace libres y nos salva.

El hombre moderno, sin embargo, convirtió la verdad en una certeza subjetiva del individuo; en la voluntad de poder del gobernante; en un juicio de la razón pura; en una pesada carga del intelectual solitario y apartado de la feliz e ignorante masa. La modernidad separó la verdad de la realidad, la hizo solitaria, dogmática, descarnada, la convirtió en deber y la hizo mortalmente aburrida e inhumana. Eso detectó Nietzsche y, por eso, nos repite: «Nunca creas en una verdad que no lleve consigo, al menos, una alegría».

sábado, 13 de julio de 2013

Helen Keller: una palabra… y nace el mundo

Helen Keller, con 76 años, sostiene un libro escrito en Braille. Hulton Archive / Getty Images, 1956.
Helen Keller nació en Alabama durante el verano de 1880. A los 19 meses de vida cayó enferma y el médico determinó que no sobreviviría. Unos días después superó la fiebre y entre la alegría general que se extendió por toda su casa nadie intuyó que Helen no volvería a ver ni a oír. Helen quedó para siempre ciega y sorda.

A los cinco años, su necesidad de expresarse y comunicarse excedía sus posibilidades reales de relación, por lo que caía en constantes accesos de cólera y no pasaba ni una hora de su vida sin sufrir alguna crisis. Parientes y amigos dudaban de que Helen pudiera recibir educación o instrucción alguna. Sus padres no dudaron. Después de mucho investigar dieron con Alexander Graham Bell (sí, el del teléfono), quien se comprometió a encontrar una maestra para Helen. Así fue como Anne Sullivan apareció en la vida de Helen Keller el 3 de marzo de 1887. Maestra, cuidadora, compañera de juegos, acompañante… No podríamos entender la vida de estas dos mujeres sin ponerlas en relación mutua.

La primera tarea de Sullivan, además de acoger cariñosamente a Helen, fue la de enseñarle el lenguaje. Deletreaba palabras con su dedo en la mano de Helen, aunque ésta aún no sabía que cada palabra se correspondía con una realidad determinada. Tampoco sabía qué era eso de «una palabra». Un día, Helen se encolerizó porque no acertaba a deletrear lo que Sullivan escribía en su mano, y estampó una muñeca contra el suelo, haciéndola añicos. «Yo no había querido a la muñeca –relata Helen-. En el mundo del silencio y de tinieblas en que vivía, no existía la ternura, ni ningún sentimiento definido».

Sullivan se llevó a Helen a la calle. Alguien sacaba agua de un pozo y la maestra le colocó una mano bajo el chorro. Cogió la otra mano y sobre ella deletreó agua. Water, en realidad. Varias veces. Lentamente. Helen se concentró en el movimiento de los dedos de su maestra:
«Súbitamente –escribe Helen- me vino un confuso recuerdo, de cosa olvidada hacía mucho tiempo; de golpe, el misterio del lenguaje me fue revelado. Supe ya que agua era aquella frescura maravillosa que me bañaba la mano. Esta palabra cobró vida, hacía la luz en mi espíritu, y lo liberaba, llenándolo de júbilo y de esperanza. […] Todo objeto tenía un nombre, y todo nombre evocaba un nuevo pensamiento. Todo cuanto tocaba en el camino de vuelta a casa me parecía que palpitaba y tenía vida propia […] Al entrar en casa me vino a la mente la muñeca rota, fui a tientas a recoger los fragmentos y traté en vano de volverlos a unir. Se me llenaron de lágrimas los ojos, porque comprendí lo que había hecho y, por primera vez en mi vida, conocí el pesar y el arrepentimiento» (2012: 32).

miércoles, 26 de junio de 2013

El dinamismo del encuentro: cuatro primeros cambios que nos abren a la plenitud



Los filósofos del diálogo sostienen que la plenitud de la vida humana se da en el encuentro. ¿Qué quieren decir con esto? Evidentemente, no se refieren a la mera conversación o trato humano, sino a una forma específica de relacionarnos con los otros que nos permite descubrir quiénes queremos ser y cómo llegar a serlo. Esa forma de encuentro no hay que buscarla en lo visible o en la superficie, sino en lo invisible. Algo que no se ve a primera vista, pero que nos revela en lo que vemos y que es lo realmente determinante para nuestra vida. ¿Cuáles son esos cuatro cambios que se dan en el encuentro con otro y que nos abren a la plenitud de nuestra vida?

El pasado sábado fui invitado para hablar de este tema con una veintena de coaches que actualmente se están formando en el Ciclo Fundamental de Coaching Dialógico® desarrollado por el IDDI de la Universidad Francisco de Vitoria. Para entrar en materia, vimos juntos esta secuencia de la película Veredicto final, protagonizada por Paul Newman y dirigida por el maestro Sidney Lumet.

El abogado Frank Galvin (Paul Newman) está desahuciado, enajenado en su propia vida, alcoholizado. Lleva años aceptando casos fáciles para pactar antes de ir a juicio, cobrar su comisión y sobrevivir, sin tener muy claro si merece la pena hacerlo. Así pretende enfrentarse a su nuevo caso: una clara negligencia médica ha dejado a una niña en cama, con muerte cerebral. Frank va al hospital, toma unas fotos de la niña y, en ese preciso momento, se re-encuentra con su vocación: “soy su abogado”, dice. Irá a juicio y tratará de que se haga Justicia. ¿Qué ha pasado? En el ámbito de lo meramente visible, nada. En el ámbito de lo estrictamente personal, todo. La secuencia, cinematográficamente hablando, es magistral, pero dejaré ese tema para el final de esta entrada. Ahora quiero centrarme en la anatomía del encuentro: el destilado de los cuatro cambios que se operan en la realidad, fruto del encuentro de este abogado con su cliente.

viernes, 14 de junio de 2013

Proyecto blog: descubrir y pronunciar nuestra palabra para el mundo

Obra original de Aranzazucar, tomada de su blog Vida de Peros (ahora en Aranzazucar.com)
La Pedagogía Dialógica es más que un método formativo. Sus conexiones con la Filosofía suponen una forma de comprender a la persona en sus relaciones con el mundo, con las otras personas y con el sentido de su vida. El diálogo, por lo tanto, antes que una herramienta para aprender conceptos, es el vehículo natural por el que cada uno de nosotros, en el seno de una familia y de otras comunidades más amplias (escuela, empresa, mancomunidad, redes sociales…) descubre y configura su propia visión del mundo y su forma particular de conducirse en él.

En diálogo con los otros, sea cara a cara o mediante libros, instituciones, obras culturales, medios de comunicación... vamos descubriendo quiénes somos, quiénes queremos ser, qué opciones tenemos y cuáles son las mejores, qué decisiones queremos tomar, cómo llevarlas a cabo de la mejor forma posible y cómo de satisfechos estamos con nuestros logros.

En ese contexto teórico, crear un blog no es sólo practicar una herramienta tecnológica. Tampoco es sólo una forma de comunicarnos o compartir cosas. Ni siquiera es sólo un hobby, ni una salida profesional, ni una forma de crear una marca personal. Crear un blog puede ser todas esas cosas… pero, antes que eso, y para que todo eso tenga pleno sentido, debemos comprender que publicar un blog es un quehacer que configura nuestra forma de presentarnos ante el mundo, de posicionarnos en el mundo y de pronunciar nuestra palabra para el mundo.

jueves, 30 de mayo de 2013

“Quiero que existas siempre” (El Juego: 2 de 2)

Foto: Marta Esteban-Infantes
Acepté el reto de El Juego que propone Marta en su blog Eme Entrópica a pesar de no ser un artista, al menos en el sentido estricto del término. No obstante, trato de enseñar en mis clases que toda acción auténticamente humana es una obra, lo que los artistas llaman una creación. En ese sentido, todos los seres humanos estamos llamados no tanto a hacer cosas como a obrar, es decir, a proceder de forma que nuestra acción nos mejore a nosotros mismos y mejore a quienes entran en contacto con ella.

Mi arte y mi obrar suelen desplegarse en diversos ámbitos: el arte de convivir con la familia, el arte de la amistad, el arte del encuentro entre maestros y discípulos en la universidad, la fotografía, la escritura, la investigación… Todas esas actividades son artes, con su parte de técnica y su parte de genio personal. Quizá en todas ellas pongo algo muy mío: una especie de pensar con. Creo que el pensar-con es la condición necesaria para un con-vivir creativo.

La creación que me propone Marta para que responda con una creación mía es la foto que encabeza esta entrada. Lo que estás leyendo es mi respuesta a esa obra. Es un pensar-con Marta en un diálogo mediado por su arte de hacer fotos y el mío de escribir. Y su arte de hacer fotos me sugiere tres grandes temas. La convivencia, la permanencia y el amor.

lunes, 27 de mayo de 2013

Decálogo: ¿Cómo evalúan los mejores profesores?

El club de los emperadores, una película para reflexionar sobre el valor del (auto)examen
Llegan los exámenes finales y aparece en mente de profesores y alumnos el fantasma de la evaluación. Ese momento es especialmente doloroso cuando un alumno se estrella sistemáticamente en una asignatura. El profesor dice: ¡“Estudia!” o “¡Practica!”. El alumno responde: “Eso hago”. Pero el suspenso aparece de nuevo. ¿Qué ha pasado? ¿Es incapacidad del alumno? ¿Del profesor?

Se atribuye a Albert Einstein la afirmación: “Si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes”. Casi siempre, profesor y alumno cambian algo: el nivel de esfuerzo, de detalle, de horas invertidas… pero todas esas cosas son casi-casi hacer lo mismo, aunque varíe su intensidad. Quizá el problema no esté en las horas o el esfuerzo, sino en el método.

Esta entrada continúa el análisis del libro de Ken Bain Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Hoy nos preguntamos: ¿Cómo evalúan los mejores profesores?:

martes, 21 de mayo de 2013

Palabras para Claudia (El juego: 1 de 2)

Foto: Marta Esteban-Infantes

«Es de noche y no puedo dormir. Recuerdo el día en que naciste, el día en que supe que iba a ser tu padrino -¡nada menos que tu segundo padre! ¡El responsable de educarte, protegerte y cuidarte allá donde no alcance el primero!-. Recuerdo el día en que compré tu medalla de la Virgen protectora y el Sagrado Corazón de Jesús. El día de tu bautismo, en que juré educarte en la Fe. Y recordaré, seguro, todo "lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso".

lunes, 13 de mayo de 2013

El misterio de la filosofía y la filosofía del misterio

William Turner, Tormenta de nieve en alta mar (1842).
La filosofía moderna, en su búsqueda de seguridades, abandonó la categoría de lo misterioso, tachándolo de irracional, emocional, religioso, subjetivo o no científico. Es cierto que debemos depurar el concepto de muchas connotaciones y adherencias que ha sufrido a lo largo de la historia. Sin embargo, es imposible comprender al hombre y su singular situación en el mundo sin atender a la categoría filosófica del misterio. Comprender la noción de misterio exige esfuerzo, pero, al hacerlo, ganamos luz para todo lo demás.

Hace unos días hablábamos del asombro como clave de la formación integral. Pues bien: misterio y asombro son las dos caras de una misma moneda, los dos polos que articulan la experiencia de encuentro entre el hombre que se asombra y la realidad que nos revela su misterio.

Antes de entrar en la necesaria depuración y explicación del concepto, tarea que nos llevará varias entradas, quiero compartir contigo dos ejemplos y citar a tres testigos que nos hablen de la necesidad de vivir desde la categoría del misterio. Primero te comparto algo sobre el misterio y la filosofía, acompañados por Josef Pieper. Después, quiero hablarte del misterio de nuestra propia vida, con palabras de Ortega y Gasset y versos de José Hierro.

jueves, 2 de mayo de 2013

¿Se puede vivir de una vocación? Preguntamos a Javier Riera y a Pepe Cruz-Novillo

Obra de Javier Riera (en JavierRiera.es)
Destrezas, habilidades y competencias son las palabras mágicas que debemos usar hoy para justificar que ofrecemos una formación de calidad. Desde su implantación en la Universidad (el famoso Espacio Europeo de Educación Superior), una de mis preocupaciones ha sido la de conectar las habilidades y competencias (como medios en los que nos entrenamos) con los fines por los cuáles adquirimos esos medios*.

En este contexto formativo, los profesores y alumnos de 1º de Grado en Bellas Artes, Diseño y Arquitectura  de la Universidad Francisco de Vitoria tuvimos un encuentro con dos profesionales de primera línea: el artista Javier Riera, y el diseñador y arquitecto Pepe Cruz-Novillo Jr. (@ppcruznovillojr). Ambos se prestaron a responder a nuestra pregunta: ¿Se puede vivir de una vocación?


Javier Riera: “La vocación tiene un componente importante de decisión”

“Respecto de este tema de la vocación y su relación con mi trabajo, a mí me interesa la relación entre la geometría y la naturaleza, y a eso me he dedicado artísticamente en estos últimos años. La vocación es siempre una decisión. Puede ser una decisión más o menos inconsciente y tiene algo de inspirada, pero una parte muy importante es decisión. Mi consejo: Hacedlo todo en la vida con decisión. Incluso si dudáis, dudad con decisión. No hay vocación sin momentos de duda o de crisis”.

“La vocación siempre tiene un elemento cultural que condiciona la aparición de ese impulso. Luego hay importancia de lo familiar. En mi caso, tengo antecedentes de un pintor vasco. Esa influencia de lo familiar tiene dos direcciones. Puede funcionar como una imantación (que lleva a la imitación, como contaba Pepe), pero también otra peligrosa, cuando los padres proyectan en el hijo lo que ellos no han podido ser. Comentaba el otro día la importancia que tienen las madres en Bellas Artes. Yo les digo a mis alumnos que un ejercicio es muy malo y ellos me responden: ‘a mi madre le gustó’”.

sábado, 27 de abril de 2013

El asombro y la formación integral

Ángel Barahona después de una predicación en el desierto, lugar de prueba, silencio y creatividad. Foto: Álvaro Abellán
Es un tópico afirmar que Aristóteles situaba el thaumázein (el asombro, la admiración, el maravillarse, lo milagroso…) como principio del filosofar. La confusión llega cuando tratamos de explicar qué significan, para Aristóteles, las palabras thaumázein y filosofía. Para el griego, a diferencia de lo que muchos de nosotros imaginamos, la filosofía no era un ejercicio de salón, ni de introspección solitaria, sino un diálogo amoroso que comprometía toda su existencia y a cuya luz orientaba su vida personal y su vocación pública.

Dicho de otra forma: cuando Aristóteles sitúa el asombro como principio del filosofar, lo que hace es reconocer una disposición originaria desde la que construir un proyecto personal cuyo fin último es nuestra realización integral como seres humanos. Quien no vive en el asombro, desde el asombro y para el asombro pierde su disposición originaria como ser humano y está en camino de deshumanización.

Cuando pensamos sin asombro, nuestras ideas se tornan falsas muecas de lo real. Cuando juzgamos sin asombro, nos creemos dioses. Cuando actuamos sin asombro, imponemos una voluntad de dominio que impide nuestro encuentro con el mundo y con los otros. En el menos malo de los casos, el hombre sin asombro es un muerto en vida, gobernado por un piloto automático que ya pensó y decidió por él y que dirige su acción sin el menor atisbo de duda, conmoción, agradecimiento o alegría. En el peor de los casos, el hombre sin asombro es, además de un muerto en vida, una vida asesina, en la que su falta de asombro y de sensibilidad daña a quienes lo rodean. G. K. Chesterton lo expresa con su habitual contundencia: “Perecemos por falta de asombro”.

martes, 16 de abril de 2013

Momo: maestra de escucha y silencio interior

No he encontrado al responsable de esta edición (ni al  ilustrador). Si lo conocéis, avisadme, para recomendarlo. ;)

La escucha activa es un tema recurrente tanto en las técnicas de comunicación interpersonal como en las de negociación, de convivencia familiar, etc. Sin embargo, es un tema poco trabajado en el ámbito de la comunicación social. Quizá la razón es que parece algo evidente: sin escucha no hay comunicación. El comunicador debe saber escuchar (a otros, a la realidad, a sí mismo) para poder decir algo. Dicho con radicalidad: cualquier palabra valiosa es hija de la escucha. Y esa máxima vale para un profeta y para un tuitero, pasando por un periodista, un publicitario o un guionista. Sin embargo, el tema no es tan evidente (como reflejan los estudios sobre negociación o sobre comunicación interpersonal), porque hay diversas formas de escuchar, así como diversos grados o niveles de escucha. En última instancia, la escucha radical exige algo que es muy difícil, y que está más allá de toda técnica. La escucha radical exige silencio interior.

domingo, 14 de abril de 2013

De profesor invitado en la Anáhuac Puebla, México

En un momento de la lección magistral
He tenido el privilegio de impartir clase en la Anáhuac Puebla, en México, en calidad de profesor invitado. Mi visita comenzó con una lección magistral ante la comunidad universitaria sobre el tema La escucha activa y el silencio interior, en la que además de compartir algunos recursos técnicos, aprendimos de Momo, maestra de escucha. Tuve también la oportunidad de vivir seis encuentros con grupos de alumnos de diversas carreras, para conversar sobre el plan de Humanidades transversal en todos sus grados, llamado el Bloque Anáhuac.

Pude disfrutar también de dos encuentros con colegas. El primero, con profesores de diversas carreras, tenía por objeto el re-pensamiento de sus materias en clave humanística. Nuestro reto es trabajar en la formación integral de la persona desde cada asignatura particular. En periodismo, para hablar de esto, solemos citar a Kapuscinscki: “Para ser buen periodista es necesario ser buena persona”. ¿No ocurre así con todas las profesiones? El segundo encuentro fue con profesores de Humanidades. Aunque todavía hay quien se pregunta por el valor del Historia, la Filosofía y el Debate para ejercer cualquier profesión, la realidad se empeña en confirmarlo. [Por poner el último ejemplo, citaremos el artículo de El País La crisis del pensamiento occidental].

lunes, 1 de abril de 2013

¿Qué hace único a un artista?

MASP Art School: Van Gogh disecado (fragmento) / Van Gogh disséqué

La creación artística es un proceso en el que dos acontecimientos originales (la realidad interpelante y la respuesta del artista) se entreveran en una lucha amorosa que configura un nuevo acontecimiento original: la obra de arte. Si el artista no es capaz de acceder a la originalidad de lo real, su obra será superficial. Si el artista no se atreve a contrastar esa realidad con su propia interioridad -lo que le exige mostrarse vulnerable-, su obra no será suya. Lo demás es pura técnica, que sólo es auténtica cuando se transfigura en estilo.

La agencia de Publicidad DDB de Brasil creó para la Escuela del Museo de Arte de Sao Paulo una campaña que disecciona a Van Gogh, Picasso y Dalí para mostrarnos su interior. Es ese estilo interior el que hizo de ellos quienes llegaron a ser como artistas. El estilo, decía Séneca, es expresión de nuestra personalidad. Trabajar el estilo -al vestir, al escribir, al hablar, al pintar…- es también trabajarnos a nosotros mismos. Por eso, crear una obra auténtica y mostrarla al mundo nos hace vulnerables. Hasta el punto de que alguien pretenda diseccionarnos.

domingo, 24 de marzo de 2013

Grandes libros: conversaciones con Sófocles, Platón, Cicerón y Séneca

Grandes Libros II: Cartas a Lucilio y Las Leyes
«Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos».
(Francisco de Quevedo)

Ya ha visto la luz el segundo volumen de la colección Grandes Libros, financiada por la Universidad Francisco de Vitoria. Cicerón, con una síntesis de Las Leyes, y Séneca, con una significativa selección de sus Epístolas morales a Lucilio, son los protagonistas de este segundo volumen. O, mejor, son los interlocutores del lector que quiera aprender a vivir en conversación con los difuntos y escuchar con sus ojos a los muertos. Para facilitar el diálogo con los clásicos, ambas obras van precedidas por una guía de lectura que pone en contexto al autor y la obra, además de proponer ejercicios prácticos para aprender a leer como universitarios. El volumen recoge también dos artículos divulgativos: Roma: el mundo está para gobernarlo y El derecho romano y la cultura europea.

Cicerón, frente a Catilina, representa la victoria de la razón sobre la ambición, del pueblo leal sobre el noble corrupto, de la Justicia sobre la fuerza bruta. En Las Leyes recoge los fundamentos de esa victoria, que no son sino los del Derecho Natural, y que impulsan la lucha de Occidente por la conquista de los derechos humanos universales.

Séneca escribe a Lucilio con la conciencia de que sus palabras serán recogidas por los hombres del futuro. No escribía ya para su tiempo, que dio por perdido. Escribió para nosotros, que podemos reconocernos en el joven Lucilio. Sus epístolas son, por lo tanto, el legado espiritual de uno de los filósofos, políticos y humanistas romanos más notables. Él entendía que la elegancia de un hombre debe manifestarse en todo; también en sus palabras. Eso convierte sus escritos en una joya no sólo espiritual, sino también estilística.

martes, 19 de marzo de 2013

La historia del mundo: dos minutos vs. 500 palabras


El vídeo que encabeza esta nota y que acumula más de ocho millones de visitas es un trabajo de clase de Joe Bush, un estudiante estadounidense de 19 años, que que lo presenta así:
"A project I made for video productions class Cutaway Productions at my high school. I don't own the rights to the song or the pictures and I am not trying to claim them, I just did this video for fun and I spent many a hour on it so please dont sue me.
Song: Mind Heist (yes it is from Inception)
by: Zack Hemsey
Pictures: from all over the internet"
El vídeo repasa la historia de la Humanidad y no tiene más pretensiones que la de ser un ejercicio de clase. La idea (una historia audiovisual de la Humanidad en dos minutos) no es original (hay quien reclama ese mérito); la música, tampoco; las imágenes, tampoco. Su visión de la Historia (los acontecimientos escogidos y su interpretación) es quizá lo más tópico de todo el vídeo. Supongo que lo más original (aunque quizá es algo ya definitorio de nuestro tiempo) es que una persona anónima y con pocos recursos consigue una repercusión (aunque sea de forma puntual y fugaz) que supera con mucho la de trabajos profesionales o la que consiguen personas con un prestigio previamente reconocido.

A mí me interesa el vídeo -y todo el asunto que lo rodea- precisamente como significativo de una época que contrasta con la anterior. Más abajo he transcrito "La historia del mundo en 500 palabras", un ensayo (otro juego o experimento) de Eugenio d'Ors, filósofo español de reconocido prestigio, que hubo de pelear por conseguir publicar su texto y que, sin duda, quedó muy lejos de alcanzar tantos lectores como espectadores ha tenido el vídeo de Joe Bush.

domingo, 10 de marzo de 2013

Steve Jobs y el sentido de la vida (sobre su discurso en Stanford, 2005)


Steve Jobs' 2005: Stanford Commencement Address
Lección magistral del 12 de junio de 2005 a los universitarios de Stanford.

En esta entrada quiero reflexionar junto con Steve Jobs, un referente ineludible en nuestra época, sobre el sentido de la vida. Lo primero que debo decir es que tomo a Jobs como un referente, alguien con quien medirnos, un compañero en el misterioso viaje de la vida, no necesariamente un modelo a imitar.

Steve Jobs pronunció una lección magistral el 12 de junio de 2005 en la ceremonia de graduación de Stanford. El vídeo de la misma se convirtió pronto en uno de esos virales que llegan a todos los rincones del planeta. Con un mensaje, además, que merece mucho la pena. Sin duda, gran parte del éxito se debe al carisma del propio Jobs, y a la historia de éxito que envuelve a su biografía. Pero esa explicación no es suficiente. Él ha dado otros discursos, mucho más espectaculares y proféticos en el contexto de lo tecnológico.

El éxito especial de este discurso está en el contexto (una graduación universitaria), en el contenido (habla del sentido de la vida) y en el público al que va dirigido (los jóvenes, que son quienes con más urgencia y dramatismo viven la necesidad de responder a las preguntas importantes de la vida).

Al final del artículo te dejo varios enlaces. Los dos primeros, a los textos de su discurso en inglés y en castellano. Te recomiendo que los leas, por puro disfrute retórico. Los otros dos enlazan artículos que escribí al poco de su muerte, que explican algunas claves de su éxito que, a mi juicio, han sido poco exploradas. En esta entrada me limito, como anuncié, a comentar las que considero sus ideas más importantes sobre el sentido de la vida.

jueves, 7 de marzo de 2013

Características del acompañamiento universitario según la idea de universidad de Benedicto XVI

George Ratzinger visita a su hermano Benedicto XVI en su 85 cumpleaños.
«La idea de universidad de Benedicto XVI es fecunda porque bebe de la fuente originaria de la que mana todo lo original: la realidad a la que esa idea remite. Queremos reflexionar en esta comunicación sobre algunos conceptos y propuestas de Benedicto XVI, desgranados en diferentes intervenciones públicas, de los que se desprenden formas de acompañamiento y características del “maestro universitario” de una universidad católica: “razón ampliada”, “caridad intelectual”, “inteligencia de la fe”, lectura de la “Palabra” y de “las palabras” en comunidades creativas y proféticas. De estos conceptos se desprende un modo muy concreto de profesor, de comunidad docente y universitaria, de formas de relación creativa y apostólica con los alumnos».

Ese fue el abstract de la comunicación que presenté en el Congreso Mundial de Universidades Católicas (WCCU) celebrado en Ávila en agosto de 2011. Aquel encuentro con universitarios de más de 20 países, y de los cinco continentes, fue para mí una prolongación de la reflexión ya iniciada en las II Conversaciones Universitarias organizadas por la Universidad Francisco de Vitoria el 3 de marzo de 2011 bajo el lema: Ratzinger – Benedicto XVI / The Idea of a University.

La renuncia y despedida de Benedicto XVI a su cátedra actualiza estas reflexiones. Al volver a su magisterio sobre el magisterio (valga la redundancia) pretendo penetrar un poco más en el misterio de su vida. Comparto estas reflexiones contigo por si también quieres rehacer ese camino. Puedes descargarte la comunicación en pdf pulsando en este enlace. El resto de esta entrada reproduce también el contenido íntegro de la comunicación.

viernes, 1 de marzo de 2013

Ken Robinson: el sistema educativo atenta contra la creatividad


Te invito a ver la conferencia de 20 minutos que Sir Ken Robinson pronunció en el TED 2006. Allí sintetiza lo que más adelante desarrolló en su libro sobre las epifanías, que en España nos ha llegado con el título de El elemento: descubrir tu pasión lo cambia todo. Es un ensayo muy recomendable para quienes estamos (pre)ocupados por combatir las graves carencias del sistema educativo.

A mi juicio, el punto fuerte de las reflexiones de Robinson es haber identificado muy bien la raíz del problema de la educación actual. Esa raíz –aunque él no llega a formularlo así; y, hasta donde le he seguido, tal vez ni alcanza a ver el calado de su argumento- es precisamente la noción de sistema educativo. El problema de todo sistema educativo es que pre-determina los objetivos y competencias de aprendizaje sin tener en cuenta la idiosincrasia particular del educando. Lo mismo cabe decir de los test de aptitudes, caracterología, cociente intelectual, etc., de los que da buena cuenta en su libro. Todos esos instrumentos están construidos para medir una serie de variables que alguien, previamente, ha decidido como las óptimas u oportunas para todos los seres humanos.

jueves, 21 de febrero de 2013

Premios Alfa y Omega de cine 2012

La madrastra, interpretada por Maribel Verdú, ofrece la manzana letal a Blancanieves.

Parece cumplirse la ley de que la creatividad crece con la necesidad y muere con la opulencia. El 2012, el año más delicado de la crisis hasta ahora, además de varios records de recaudación, nos ha dejado el mejor cine español de los últimos tiempos. Al menos, esa es la impresión compartida entre los miembros del jurado reunidos para la XVIII Edidición de los Premios Alfa y Omega de cine, entre los que me encuentro.

Ya han pasado los Goya y pronto tendremos encima los Oscar. Entre unos y otros están estos premios, los Alfa y Omega, que examinan el cine estrenado en España en cada año natural (en este caso, del 1 de enero al 31 de diciembre de 2012) y lo valoran y premian no sólo por cuestiones técnicas, sino también profundamenta humanas. Puedes descargarte ya el Alfa y Omega nº 821, en el que Juan Orellana, portavoz del jurado, dedica cinco páginas a enumerar los premios y a justificar el sentido de la elección.

Estos son los premios concedidos en 2012:

martes, 19 de febrero de 2013

De la dialéctica a la dialógica

Severialdia.com
«Creemos, con los pensadores dialógicos, que buena parte de los males del pasado siglo son consecuencia, precisamente, de la dialéctica como ideología o como mentalidad; y que la mejor forma de superar la actual crisis (filosófica, ética, económica, cultural, etc.) es proponer un nuevo estilo de pensar que permita al hombre una mejor comprensión de sí mismo y de sus posibilidades de desarrollo personal y comunitario. Un momento importante en esa tarea exige clarificar los dos conceptos sobre los que pivota este artículo: la dialéctica y la dialógica».

Así empieza mi último artículo académico, titulado De la dialéctica a la dialógica. En él trato de distinguir no sólo dos conceptos, sino dos formas de entender el mundo, dos mentalidades que se traducen también en estilos distintos de discusión o debate. Creo que la causa subyacente de la actual crisis en Occidente es, antes que una crisis de económica, financiera o de valores, una crisis de mentalidad. Dedico el artículo a explicar esa mentalidad y a proponer una alternativa. La única, a mi juicio, que nos previene de cerrar en falso la situación actual.

domingo, 10 de febrero de 2013

Decálogo: qué saben los mejores sobre cómo aprendemos

Tira de un comic de Mafalda, personaje creado por Quino.

Al publicar la caracterización que propone Ken Bain sobre los mejores profesores universitarios, prometí que desglosaría en futuras notas los capítulos más importantes del libro. Hoy te ofrezco mi síntesis personal, en forma de decálogo, sobre qué saben los mejores sobre cómo aprendemos. Cuando me siento a repensar mis metodologías o a diseñar una experiencia de aprendizaje, repaso los puntos de esta lista:
  1. Se aprende más y mejor de los mejores. Por eso los mejores profesores dominan la disciplina, y también su devenir histórico (problemáticas y soluciones) y saben distinguir los conceptos fundamentales de los desarrollos posteriores. Esto es: aprenden del aprendizaje de los grandes de su disciplina, lo que les permite trasladar ese aprendizaje (no sólo mediante relatos, sino mediante casos y ejercicios prácticos) a sus estudiantes. Sobre esto insisto yo cuando recuerdo a mis alumnos que la experiencia universitaria pasa por renconocernos enanos encaramados a hombros de gigantes.
  2. Se da la paradoja de que algunos alumnos mantienen creencias equivocadas sobre la disciplina, aunque tienen resultados sobresalientes: ¿Cómo es eso posible? Esos alumnos han aprendido las fórmulas básicas que deben aplicar para la resolución de problemas típicos, pero son incapaces de extrapolar ese conocimiento a situaciones nuevas, porque su marco de creencias antiguo sigue imperando fuera de la asignatura. El libro pone como ejemplo que la mayoría de los estudiantes univesitarios de Física, aun cuando explican y aplican la fórmula de la Teoría de la Relatividad, sin embargo, al enfrentarse a muchos problemas físicos cotidianos siguen siendo newtonianos, por lo que incurren en errores básicos.
  3. Esta paradoja revela que no es suficiente impartir contenidos (pura información que terminará por encajarse en esquemas mentales equivocados), sino que el profesor debe identificar y trabajar con los modelos y los esquemas mentales en los que los alumnos encajan esos contenidos, para corregir y desbrozar creencias equivocadas.

viernes, 1 de febrero de 2013

Lo que hacen los mejores profesores universitarios

BAIN, Ken
Traducción: Óscar Barberá
Lo que hacen los mejores profesores universitarios
PUV (Publicaciones de la Universidad de Valencia)
Valencia, 2007

Ken Bain fue director y fundador del Center for Teaching Excellence de la Universidad de Nueva York. Durante más de 15 años, este profesor de historia se ha preguntado qué hacen los mejores profesores universitarios, tratando de destilar su “sabiduría docente” y de ofrecer una guía a otros profesores que quieran alcanzar la excelencia. Sus dos preguntas fundamentales fueron “cómo piensan los mejores profesores” y “cómo actúan”, con el objetivo de “comenzar una caracterización de sus prácticas”.

Lo primero reseñable es el modo en que Bain plantea el problema. Como dejó escrito Aristóteles y repite hoy la doctrina sobre el pensamiento creativo, nos jugamos lo fundamental en plantearnos las preguntas y finalidades adecuadas. Bain jamás intentó desarrollar un “modelo docente”, ni mucho menos una “estandarización de procesos de éxito”. Si lo hubiera pretendido, lo primero que le hubieran dicho los mejores profesores –como se colige de la lectura del libro- es que para ser un profesor excelente hay que huir de modelos y estandarizaciones. En ese sentido, convenimos con Carlos Ivorra en su ácida crítica cuando recibió gratis el libro de Bain junto con una carta de su rector invitándole a aplicarlo: Lo que NO hacen los mejores profesores universitarios es someterse a cronogramas, temarios prefijados, pruebas de evaluación estándar, etc.

El libro puede ser leído con agilidad de principio a fin, si bien conviene volver sobre él a menudo y releer sus distintas partes como un ejercicio constante para nuestra propia mejora docente. Desgranaré en futuras notas algunas de las claves del libro. Aprovecho ésta para responder a las primeras preguntas que yo mismo me hice antes de empezar la lectura: ¿Qué entiende Bain por “los mejores”? y ¿cómo seleccionó a los 60-70 referentes que fundamentan su propuesta?

sábado, 26 de enero de 2013

La vieja’l visillo: repensar la ciencia y promover un aprendizaje significativo


¿Qué idea de persona subyace en los contenidos y metodologías de mi asignatura? ¿Cuáles son los límites epistemológicos de lo que enseño? ¿Qué bien social aporta esta disciplina? ¿Qué relación tiene lo que enseño con el sentido último de mi propia vida? Éstas son algunas de las preguntas que afrontamos el pasado 23.01.2013 en un Taller sobre el Repensamiento de las disciplinas y las metodologías docentes en la Universidad Francisco de Vitoria. El planteamiento de aquel taller, que recoge un destilado del trabajo de muchos años, puede traducirse en algunos resultados muy prácticos e inmediatos (nuevas metodologías que formen y preparen mejor a nuestros alumnos), pero también apunta a consecuencias cuyo alcance apenas intuimos.

Empecé mi intervención pidiendo a los presentes (45 profesores y otras 15 personas: directores de carrera, decanos, el vicedecano de Profesorado e Investigación y el rector) que trataran de reconocerse en su labor investigadora y docente con la protagonista del vídeo que encabeza esta nota. El vídeo pretendía apoyar mi discurso cumpliendo dos objetivos: ilustrar qué entendemos por aprendizaje significativo y denunciar los tópicos que la ciencia moderna nos ha vendido como axiomas, desde los cuales es imposible afrontar la necesaria tarea de rehumanizar el saber. Voy a desarrollar en esta nota algunas claves que apunté en la exposición.

domingo, 20 de enero de 2013

Crítica, fundamentos y corpus disciplinar para una Teoría Dialógica de la Comunicación

Fotografía: Álvaro Abellán. Metro de Nueva York.
Quiero compartir contigo la alegría de ver publicada la primera reseña académica sobre mi tesis doctoral. La autora, mi colega Elena Pedreira, presenta sintéticamente en el nº 8 de la revista Comunicación y hombre el objetivo y el contenido de la tesis. Así comienza su análisis:
«El profesor Álvaro Abellán-García Barrio afronta en este libro el estudio de su materia docente, un trabajo intelectual avalado por años de investigación en este campo. El núcleo central de la obra orienta una propuesta original e inédita. No en el tema, como podemos comprobar si nos tomamos la molestia de hacer un recorrido por la investigación sobre comunicación tanto en nuestro país como en el ámbito internacional; pero sí en el planteamiento, que resulta tan provocador como necesario. La idea central defendida por el autor es la de ofrecer una nueva Teoría de la Comunicación, superando la fragmentación en los estudios que desde inicios del siglo XX se vienen dando en la materia. Una nueva Teoría entendida en clave dialógica, abierta y dialogante, que entabla relación con otras perspectivas, capaz de dar una visión integral del hombre y de sus relaciones con el mundo, los otros y Dios; que da respuesta a las causas próximas y últimas de la comunicación; que atiende a los efectos, pero también al sentido de la comunicación sin olvidar los porqués y los cómos». [Leer la reseña completa]
Tuve el honor de que la doctora Pedreira formara parte del tribunal de mi tesis; me consta que hizo una lectura profunda y crítica de la obra y que conoce sus implicaciones como pocas teóricas en este campo.

lunes, 14 de enero de 2013

Ruby Sparks: el misterio de la creatividad, el amor y la vocación

Ruby Sparks - discurso final from Abe Llan Kenobi on Vimeo.

La película Ruby Sparks (2012, Jonathan Dayton, Valerie Faris) se articula en torno a una idea muy sencilla, pero también verdadera y profunda. [Advierto a los amantes de no conocer el argumento que todo lo que sigue puede ser considerado como ESPÓILER]. La idea es la siguiente: el amor y la creatividad no son hijas del dominio, sino del don, del regalo, de la libertad. La inspiración y el enamoramiento nos sobrevienen, y sólo podemos dar gracias y acogerlos como corresponde. Es lo que podríamos llamar una Ética de la recepción, una actitud vital aplicable no sólo a la contemplación de las obras de arte, sino a toda nuestra vida.