lunes, 11 de abril de 2016

La tiranía invisible de la "sociedad razonable"


En nuestro repaso por los diversos grados de vida comunitaria tematizados por Emmanuel Mounier hemos hablado ya de la sociedad de masas y la sociedad del “nosotros”; de la camaradería y de la sociedad “vital”. En esta nota hablaremos de la sociedad razonable, en sus dos formas habituales: la sociedad de los espíritus, sustentada en la idea de que una comunión intelectual generará automáticamente una comunidad en la vida y el espíritu (el viejo ideal ilustrado); y la sociedad contractual, fundada sobre la conversación y la asociación supuestamente igualitarias.

lunes, 4 de abril de 2016

La camaradería y las sociedades “vitales”

Antz no encuentra su lugar ni en la sociedad de masas (el hormiguero), ni en la sociedad del "nosotros", 
ni entre camaradas, ni en esa sociedad vital tan amable como Insectopía. (Antz, Tim Johnson y Eric Darnell, 1998).

Explicamos en la nota anterior dos formas imperfectas de comunidad humana: la sociedad de masas y la sociedad del “nosotros”. Hoy repasaremos la camaradería y las sociedades vitales. De esta forma damos cuenta de cuatro de los seis grados de vida comunitaria que expone Emmanuel Mounier en “Revolución personalista y comunitaria” (21-372) y “Manifiesto al servicio del personalismo” (363-539), ambos escritos recopilados en El personalismo. Antología esencial. Sígueme, Salamanca, 2002.

lunes, 28 de marzo de 2016

La sociedad de masas y la sociedad del “nosotros”

Construcción del Rockefeller Center (Fotografía de Charles C Ebbets, 1932).

Partimos de la premisa de que «quizá no sabemos lo que decimos cuando hablamos de "vivir en comunidad"», pues además de que el concepto de comunidad remite a una experiencia casi olvidada, exige en nosotros unas actitudes, compromisos y renuncias que casi nos resultan inconcebibles. Para aclararnos respecto de esta cuestión, vamos a escuchar la distinción que plantea Emmanuel Mounier de hasta seis grados de vida comunitaria, con la esperanza de poder reconocer allí nuestros anhelos y también las diversas formas defectivas o insuficientes de vida colectiva a la que precipitadamente llamamos «comunidad».

viernes, 25 de marzo de 2016

Quizá no sabemos lo que decimos cuando hablamos de “comunidad”

Captura de pantalla de un capítulo de la serie The Big Bang Theory (2007-2015) ¿Forman estos chicos una comunidad?

La vida comunitaria fue una realidad, incluso una necesidad, durante siglos. En un sentido, lo que llamamos Modernidad puede leerse como el ejercicio por el que el individuo se hacía más autónomo, liberado de las ataduras comunitarias. Hoy estamos, en parte, de vuelta de todo eso, pues hemos sufrido las consecuencias del individualismo y, en la sociedad de la comunicación, nos sentimos más solos que nunca. En ámbitos filosóficos, empresariales, familiares, políticos y, por supuesto, en el mundo del coaching, se empieza a expresar un anhelo de comunión: debemos recuperar el sentido de comunidad.

lunes, 7 de marzo de 2016

«Nostalgia de una comunión: la persona en la historia» (call for papers)

Ya está disponible online el número 2 de Relectiones, revista interdisciplinar de Filosofía y Humanidades, que lleva por título «De las ideologías a la experiencia de lo real». Aquel título daba continuidad al primer número y a la idea fundacional de la revista: «Promover y estimular la reflexión, el análisis y la investigación en el campo de las Humanidades, en orden a suscitar una nueva creatividad cultural que dilate los horizontes de la razón». Creo que en el consejo de redacción no éramos del todo conscientes de lo profético de aquella propuesta, pues el 2015 nos ha sorprendido con un virulento retorno de las ideologías y con la actualización editorial de algunos clásicos sobre el tema, que me lancé a reseñar de inmediato: El final de la ideología (Daniel Bell) y ¿El fin de la historia? Y otros ensayos (Francis Fukuyama).

Ahora te comparto la convocatoria (call for papers) para el número 3, que lleva por título: «Nostalgia de una comunión: la persona en la historia». Creemos que lo que desde hace años venimos llamando “crisis” es algo más que un cambio, o que un mal momento, en el devenir de nuestra historia. Creemos que lo realmente crítico es la pérdida de protagonismo de las personas como actores fundamentales de la historia. Por eso, las respuestas que exige nuestro tiempo no pueden limitarse a ser reflexiones generales o análisis estructurales, sino que necesitamos repensar nuestro papel concreto y encarnado en el momento histórico que nos toca vivir. Además, creemos que eso no se hace sólo en los despachos, ni sólo desde una diciplina o ciencia particular, sino que debemos hacerlo juntos. Copio a continuación el texto de la convocatoria. Tienes toda la información en: Relectiones.com.