viernes, 12 de septiembre de 2014

Rembrandt y la mujer adúltera

Detalle del lienzo Cristo y la mujer adúltera, Rembrandt, 1644. National  Gallery, Londres.
«Escoge una idea, un texto, algo que te llame la atención. Dale vueltas, investiga un poco, vuelve sobre lo que te ha llamado la atención o sobre eso que no entiendes. Llévate esa cuestión de copas: háblalo con tus amigos, pregúntales, descubre dónde está el corazón de esa idea y qué es lo que tú ves en ella y quieres compartir con los demás. Luego, trata de contarlo plásticamente. Dale forma sensible».

Así trato de retar a mis alumnos de Bellas Artes y Diseño en la Universidad Francisco de Vitoria. Creo que lo que diferencia al gran creativo del mero efectista o técnico es su capacidad para captar lo esencial de una realidad y plasmarlo como nadie lo había hecho nunca. Un gran ejemplo de esa genialidad nos lo ofrece Rembrandt.

domingo, 7 de septiembre de 2014

García-Máiquez: para ser auténtico debía recurrir a las palabras de otro

¿Quién de los dos es el doctor Jones? / Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989).

Enrique García-Máiquez (@EGMaiquez) nos cuenta en Lo dicho de estar vivos su angustia pocos días antes de estrenar su curso de Introducción a la Literatura. Para responder a la pregunta «¿Qué es la Literatura?”», necesitaba, «para ser auténtico», recurrir «a las palabras de otro».Creo que su experiencia no es tan extraña: solemos descubrir lo mejor de nosotros mismos al reconocerlo en otro. Nuestra vocación y nuestro saber se forman en buena medida al reconocer lo que nos pertenece, lo que también está en nuestro corazón, sólo que nos damos cuenta después de verlo en otros. En García-Máiquez hay sin duda, además de esto, humildad. Pero eso es ya otra cuestión.

jueves, 4 de septiembre de 2014

El Proyecto Blog, en la II Jornada de Innovación y mejora docente de la Universidad Francisco de Vitoria

Póster del Proyecto Blog en alta resolución.
«No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con ello se convierten en algo así como máquinas utilizables pero no en individuos válidos. Para ser un individuo válido el hombre debe sentir intensamente aquello a lo que puede aspirar. Tiene que recibir un sentimiento vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. En caso contrario, se parece más a un perro bien amaestrado que a un ente armónicamente desarrollado» (Albert Einstein, Mi visión del mundo, p. 29).

Así empezó mi intervención de tres minutos en la que expuse el póster del Proyecto Blog en la II Jornada de Innovación y mejora docente organizada por el Instituto de Innovación de la Universidad Francisco de Vitoria. Aquí tienes un enlace directo a los pósters presentados aquel 24 de junio de 2014. En el diseño del mío conté con la colaboración de esa buscadora de #cosasbonitas que es @AmaliaCasado.

sábado, 30 de agosto de 2014

Daniel Pennac, contra «la soledad y la vergüenza del alumno que no comprende»

Daniel Pennac es guionista de la entrañable Ernest & Celestine (2012).
«A todos los que hoy imputan la constitución de bandas sólo al fenómeno de los suburbios, les digo: tenéis razón, sí, el paro, sí, la concentración de los excluidos, sí, las agrupaciones éticas, sí, la tiranía de las marcas, la familia monoparental, sí, el desarrollo de una economía paralela y los chanchullos de todo tipo, sí, sí, sí… Pero guardémonos mucho de subestimar lo único sobre lo que podemos actuar personalmente y que además data de la noche de los tiempos pedagógicos: la soledad y la vergüenza del alumno que no comprende, perdido en un mundo donde todos los demás comprenden». 
Éste es el primero de muchos párrafos memorables de Mal de escuela (2008), un ensayo en el que Daniel Pennac repasa los problemas de la educación actual y recuerda sus experiencias como alumno zoquete y, más tarde, como veterano profesor de instituto francés.

miércoles, 27 de agosto de 2014

La mayor obra que tienes entre manos eres tú mismo

Fuente: Arqueo, nº 8. RBA Revistas, Barcelona, 2002. Visto en Sofiaoriginals.

Cuenta San Agustín en sus Confesiones que de pequeño y adolescente aborrecía el saber, y que sólo le interesó la elocuencia «con el fin condenable y vasto de satisfacer la vanidad humana». No obstante, al leer sobre tales temas se encontró con el muy recomendable Hortensio, «de un cierto Cicerón».«“Semejante libro -escribe- cambió mis afectos y mudó hacia ti, Señor, mis súplicas […] De repente apareció a mis ojos vil toda esperanza vana, y con increíble ardor mi corazón suspiraba por la inmortalidad de la sabiduría, y comencé a levantarme para volver a ti».

Sin duda, el Hortensio fue decisivo para que San Agustín no fuera sólo un orgulloso orador, sino el padre intelectual de un modo de comprender el mundo que configuró Occidente durante casi mil años. Curiosamente, el libro del pagano resultó ser un hito fundamental para la conversión de Agustín al cristianismo. Nos gustaría saber qué encontró el de Hipona en esa obra y leerlo también nosotros, pero aquel opúsculo al que indirectamente tanto le debemos se ha perdido.

sábado, 23 de agosto de 2014

Antes que el diablo sepa que has muerto: ¿podemos "ajustar cuentas" con la vida?

Fotograma de Antes que el diablo sepa que has muerto (Sidney Lumet, 2007).
«¿Sabes una cosa? Lo bueno de la contabilidad inmobiliaria es que puedes… puedes sumar al final de una página o en medio de una página y todo encaja, al final del día todo encaja. El total es siempre la suma de las partes. Es limpio, claro, impecable, indiscutible. Pero mi vida no es… no encaja, es… nada está conectado con el resto, no. Yo no soy la suma de las partes. Todas las partes juntas no suman un único yo, supongo».

Así se desahoga el protagonista de Antes que el diablo sepa que has muerto (2007), hablándole al camello que le proporciona droga, una vez que su plan perfecto para hacerse rico destroza la vida de las personas a las que quiere. Sidney Lumet nos ofrece otra película cuya excesiva crudeza no deja de regalarnos reflexiones interesantes.

La contabilidad es un artificio, una abstracción, un juego exacto de nuestra inteligencia para cuadrar las cuentas de otro artificio milenario: el dinero. La vida humana es otra cosa. No entiende de fórmulas matemáticas, no puede reducirse a un puñado de variables y ni siquiera es la suma de todo lo que hacemos con ella. Cuando aplicamos las reglas de la contabilidad a nuestra vida, ésta se rebela. Y, como toda rebelión, trae consigo gran violencia. A veces, física; otras, moral; pero, las más de las veces, estallan las dos juntas.

martes, 19 de agosto de 2014

Jiménez Lozano: «Está el lenguaje oficial y técnico; y luego está el lenguaje verdadero»

Retrato de José Jiménez Lozano, tomada de su página web oficial: JimenezLozano.com.
«Está el lenguaje oficial y técnico, el de “esto es una copa” o “tráeme esto”. Y luego está el lenguaje verdadero, el literario, el de la oración, el del amor». Así sintetizó José Jiménez Lozano, premio Cervantes 2002, la distinción entre las obras bien escritas y las mal escritas. Curioso en un gran literato, sobre todo porque respondió con esas palabras a una universitaria que se quejaba de cuánto se venden buenas historias mal escritas y de cuántos libros hay sintácticamente perfectos que nadie leía. Así, aunque el mismo autor se lamenta de lo mal escrito de muchos libros, puso el acento en lo más importante: ni los temas, ni las historias, ni las reglas gramaticales, sino la hondura de las palabras y la intencionalidad de quien las pronuncia.

sábado, 16 de agosto de 2014

Cometas en el cielo: del éxito profesional al examen de la vida

Fotograma de Cometas en el cielo.
El buen cine aún le debe mucho a la literatura; y ambas artes, a las experiencias importantes de la vida. Es el caso de la cruda aunque esperanzadora Cometas en el cielo (2007), inspirada en la novela del afgano Khaled Hosseini. Esta película, dirigida por Marc Forster (Descubriendo Nunca Jamás, Más extraño que la ficción, ambas recomendables), nos cuenta la historia de Amir, un escritor afgano felizmente casado y que acaba de publicar su primer libro. El éxito en su vida esconde el fracaso de un corazón herido por el pasado. Una extraña llamada desde el otro lado del mundo le dará la oportunidad de cerrar sus heridas.

En 1978 Amir era un niño que apenas entendía lo que estaba a punto de pasar en su país. Aunque su padre quiso educarle en el respeto por los distintos, y aunque su mejor amigo (Hassan) era también el hijo de su sirviente, en la calle aprendió que las creencias religiosas y la procedencia social marcan el territorio y dividen a los hombres. Si Hassan era valiente y leal, Amir era muy imaginativo, pero inhábil y cobarde. Quizá las debilidades de Amir les distanciaron más que lo social o lo religioso, hasta el punto de que cualquier reconciliación parecía imposible.

martes, 12 de agosto de 2014

Punset: ¿el amor es un instinto de supervivencia?

Retrato de Eduard Punset, por Ramón Mascarós.
El divulgador científico Eduard Punset me resulta bárbaro en dos sentidos bien distintos de la expresión. ¡Bárbaro!, que diría un hermano argentino, por su inquietud intelectual, por su capacidad de sorpresa, por su afán de responder a las preguntas importantes de la vida –unas, por implicarnos existencialmente y, otras, por el placer de saber más– y por su capacidad para comunicar no tanto su saber, como sus ganas de aprender. Sin duda es de esas personas que alimenta la curiosidad intelectual de muchos otros y, en eso, veo a un compañero de viaje divertido, valiente, conversador y muy agradable.

Sin embargo, a veces tengo la impresión de que Punset es un bárbaro en el sentido orteguiano del término: un observador con anteojeras que cree que puede interpretar toda la realidad desde una mirada científica, que todo lo explica la física, la química, la fisiología, etc. Así, el hermoso camino que podemos iniciar con él no nos lleva, lamentablemente, a ningún sitio en el que merezca la pena quedarse demasiado tiempo. Cuando nos mira, podemos estar seguros de que no ve a una persona –un ser único e irrepetible, dotado de libertad y cuya dignidad remite a la ciudadanía divina–, sino a un individuo de la especie humana –un conjunto de fosfatos determinado por las leyes físicas–.

jueves, 7 de agosto de 2014

Homero: el ciego que nos trajo la luz

Troya (Wolfgang Petersen, 2004), inspirada en el relato de Homero, 
no supo captar algunos valores esenciales de la obra original. 
Algunas fuentes populares nos informan de que el divino Homero, padre de La Ilíada y La Odisea, era ciego. Casi con seguridad eso no es cierto, pero la sabiduría del pueblo gusta más de las anécdotas -reales o no- que nos ayudan a entender una realidad o un personaje, que del puro dato objetivo y descontextualizado. Al común de los mortales nos inspira mucho más la imagen de un hombre ciego que hacía ver grandes batallas a los nobles de su tiempo que el dato de que Homero nació en la Jonia del siglo VIII a. C.

domingo, 3 de agosto de 2014

Ratatouille: «Cualquiera puede cocinar»

Fotograma de la película Ratatouille, (Brad Bird, 2007).

Además de persecuciones, golpes, humor y todo lo que necesita para convertirse en la favorita de los niños, Ratatouille (Brad Bird, 2007), nos regala reflexiones para todas las edades, especialmente para los jóvenes y adultos que aún quieren sentirse vivos. Es habitual que muchas de sus secuencias y frases aparezcan en cursos sobre comunicación, trabajo en equipo, coaching y desarrollo personal. Por ejemplo: cuando uno recibe un don, por absurdo que parezca -en el caso de esta rata, es su olfato-, debe aprovecharlo. En orden a la supervivencia y gracias a su olfato, Remy salva la vida a su padre y se convierte en el olfateador oficial, capaz de detectar cualquier alimento envenenado. En orden a algo mucho más valioso y creativo que sólo comer sin morir, Remy usa su olfato para cumplir su vocación de ser un gran chef.

«Cualquiera puede cocinar», sostiene el gran Gusteau, quien, incluso ya fallecido, inspiró con su arte y consejo a Remy, una sencilla rata de campo, hasta convertirla en chef del más reputado restaurante de París. En un primer sentido, esta frase viene a decir que con buena voluntad, constancia y un buen maestro cualquiera puede llegar a cocinar dignamente. Sin embargo, la frase tiene un sentido más profundo, que nos revelará el exigente crítico Anton Ego hacia el final de la película: «No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista sí puede provenir de cualquier lado».

miércoles, 30 de julio de 2014

Chesterton: vivir en familia supone «entrar en un cuento de hadas»

Chesterton at work. Desconocemos al autor de la fotografía.

«La defensa más común de la familia es que, en medio de las tensiones y cambios de la vida, resulta un sitio pacífico, cómodo y unido. Pero es posible otra defensa de la familia, y a mí me parece evidente; consiste en decir que la familia no es ni pacífica, ni cómoda ni unida. […] La razón es obvia. En una comunidad grande podemos elegir a nuestros compañeros. En una comunidad pequeña nuestros compañeros nos vienen dados». Así comienza G.K. Chesterton La familia como institución en el mundo moderno, uno de sus muchos artículos en defensa de la familia.

Nuestro autor británico hacía así una radical crítica al modelo moderno-victoriano de familia. Esta crítica carece hoy de sentido si la hacemos a la realidad familiar contemporánea, tan poco cuidada y desestructurada que en nada se parece a ese concepto idílico de lugar estable y tranquilo. Pero mantiene toda su vigencia respecto del ideal moderno de familia que todavía permanece en muchas mentes, especialmente en las de los actuales enemigos de la familia, que atacan esta institución precisamente porque la desconocen -confundiéndola con el ideal moderno-.

domingo, 27 de julio de 2014

Hacia Rutas salvajes: «la felicidad sólo es real cuando es compartida»

Imagen promocional de Into The Wild. Paramount Vantage / River Road Entertainment.

«Hay placer en los bosques sin hollar
hay éxtasis en las costas solitarias
hay sociedad, donde nadie se inmiscuye,
junto al hondo mar, y música en su rugido;
no amo menos al hombre, sino más a la naturaleza».

Con estos versos de lord Byron arranca Into the Wild (Hacia rutas salvajes, 2007), una película dirigida con más inteligencia que agilidad por Sean Penn. Esta adaptación al cine de una novela inspirada en hechos reales (escrita por Jon Krakauer) cuenta la historia de un joven graduado con sobresaliente y amante de los libros que abandona a su familia y su futuro asegurado de éxito programado para recorrer Alaska, lejos de cualquier vestigio de una humanidad que considera corrupta y falsa.

Es una historia de iniciación y maduración. La aventura de un chico que debe dejar de ser chico, que necesita rebelarse contra lo establecido y descubrir su propio camino. Una dura crítica a un mundo que vive de apariencias y otra, aún más cruda, a esas células sociales que de familia sólo mantienen el nombre.

martes, 22 de julio de 2014

Salvador de Madariaga: «Los problemas nos solucionan»

Salvador de Madariaga. 
Fotografía de autor desconocido.
Salvador de Madariaga Rojo habló para TVE en 1978, recién estrenada nuestra democracia, desde su retiro en Locarno (Suiza), poco antes de fallecer. Le preguntaron por los problemas que debería afrontar España y los problemas que debían afrontar los propios españoles durante lo que se ha dado en llamar años de la Transición.

De España dijo lo siguiente: el vasquismo y el comunismo. Porque los independentistas vascos no admitían ninguna postura que pudiera aceptar el resto de los españoles y porque el comunismo no es lo que parece y, por lo tanto, es peligroso. Su visión me parece ahora providencial.

De los españoles dijo una cosa aún más profunda y universal: «Los problemas del hombre son siempre los mismos, y duran mientras el hombre piensa que debe solucionarlos; pues lo cierto es que más bien esos problemas están para solucionarnos a nosotros» [cito de memoria]. Entre esos problemas de «siempre», explicó tres:

  • «El hombre piensa y quiere que todos los hombres sean iguales, sean como él; pero la realidad es que cada hombre es distinto de otro».
  • «El hombre piensa y quiere creer que es autónomo, que es independiente, que su libertad es individual y que no necesita de los demás; pero lo cierto es que el hombre, desde que nace hasta que muere, necesita de los otros hombres para sobrevivir, para madurar y para crecer en humanidad».
  • «En toda sociedad, en toda convivencia, es necesario un mínimo de orden, y el orden exige el ejercicio del poder; pero es fácil que quien ejerza el poder se deje corromper y tienda a abusar de ese poder».

Esos tres problemas «del hombre» se dan hoy en nuestra democracia. Supongo que también en cada familia, en cada empresa, en cada equipo de fútbol… en cada comunidad humana. Y, verdaderamente, son problemas que no podremos solucionar jamás pero que, sin duda, están ahí para solucionarnos a nosotros.

sábado, 19 de julio de 2014

Rilke al joven poeta: «Su vida debe ser un signo y un testimonio»


«Nadie puede aconsejarle, nadie. Hay un único medio. Entre en usted. Examine ese fundamento que usted llama escribir; ponga a prueba si extiende sus raíces hasta el lugar más profundo de su corazón; reconozca si se moriría usted si se privara de escribir. […] ¿debo escribir? Excave en sí mismo, en busca de una respuesta profunda. Y si ésta hubiera de ser de asentimiento, […] entonces construya su vida según esa necesidad: su vida, entrando hasta su hora más indiferente y pequeña, debe ser un signo y un testimonio de ese impulso. […] Y si de ese giro hacia dentro, brotan versos, no se le ocurrirá preguntarle a nadie si son buenos versos».

Es el no-consejo que Rainer María Rilke comparte con el joven Kappus en la primera de las que hoy llamamos Cartas a un joven poeta. Esta joya de la literatura universal, que nos revela la intimidad de Rilke como pocas de sus otras obras, se la debemos a un joven y desconocido poeta que se atrevió, sin conocerle de nada, a escribir al maestro y pedirle consejo sobre sus versos. El atrevimiento de ese joven y la dispuesta y generosa respuesta de Rilke hicieron el resto. Hoy contamos con 10 de esas hermosas cartas.

martes, 15 de julio de 2014

Pedro Salinas y la magia del teléfono fijo

Fotografía del Archivo fotográfico de la Fundación Telefónica. Tomada de Nacional3rutahistorica.blogspot.com.

«Estabas muy cerca. Sólo
nos separaban diez ríos,
tres idiomas, dos fronteras:
cuatro días de ti a mí.
Pero tú te me acercabas
circos azules del aire
con el tonelete blanco,
en la mano del balancín
sonriente en el alambre.
Por el alambre, en la noche,
sin ver nada, te acercabas,
a oscuras, derecha, a mí.
Me decías: "Aquí estoy".
Aquí.
Me llegabas,
en alambre, por tu voz.
El mundo era, aquí, tu voz.
¡Qué ojos sin color, qué boca
sin trazo, qué carne ausente
de lo blanco, de lo rosa,
qué tú deshecha, tu voz!
[…]».
(Fábula y signo, Pedro Salinas).

Un hilo de cobre atraviesa el mundo para unir la voz y el oído separados por miles de kilómetros. Los alquimistas sabían que el cobre encerraba magia. Los científicos que inventaron la electricidad y el teléfono, lo demostraron. Nosotros, simples mortales, cuando usamos de la magia, nos acostumbramos al milagro. Por eso los magos no explican sus trucos: preservan nuestra alma de la falsa seguridad de lo falsamente explicado. Aun así, como nos empeñamos en normalizar lo extraordinario, el poeta nos devuelve a lo sagrado.