Son las cartas de los comunicadores, que retornarán a su autor/destinatario en febrero de 2015. |
Es el turno de los alumnos de comunicación. Cuando repaso la Carta al yo futuro de los periodistas y la comparo con ésta, me confirmo en una vieja hipótesis que, no obstante, no deja de sorprenderme: existen personalidades asociadas a determinadas profesiones. ¡Son tan distintas! Y alguno querrá ahora juzgar cuál es mejor. Mal juicio. Es mejor preguntarse qué hace únicos a los comunicadores audiovisuales, qué hace únicos a los periodistas y qué tienen, no obstante, en común. Te animo a hacerte esas tres preguntas releyendo ambas cartas de corrido, una detrás de otra. Ya me contarás qué descubres.
Por si llegas de quién sabe dónde a este blog, te pongo en contexto. Hace unos días compartí en el blog un juego muy serio que me traigo con mis alumnos:
«Una de tareas que pido a mis alumnos durante su segunda semana de vida universitaria es que se escriban una carta a su yo futuro, el yo que serán al finalizar los exámenes de febrero, sus primeros finales como universitarios. Yo me quedo con esa carta –y la leo y/o la comparto, con su permiso– hasta que se la devuelvo puntualmente al comenzar el segundo semestre […]Pues bien, obtuve su permiso, así que pongo en tus manos un regalo: las preguntas, dudas y miedos, retos y expectativas, consejos, motivaciones y esperanzas de un gran grupo de universitarios que esperan convertirse en un futuro en buenos comunicadores audiovisuales.
Si me dan su permiso, espero compartirte pronto una entrada con varias perlas recogidas de sus distintas cartas. Estoy seguro de que, por torpe que sea mi intervención, el conjunto puede sonar armónico, como un poema colectivo» (Puedes leer la dinámica completa del ejercicio en: Carta al ‘yo futuro’: escribir nuestra historia y vivir con esperanza).