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Vista del Lago de Walden, Wikipedia.org. |
María Cano Bonilla impartió el pasado jueves una sugerente master class sobre «La conversación» en la Escuela Wander, de la consultora Soulsight (19.06.2025). María rescató la cuarta voz de «conversación» en el DRAE, «habitación», y nos animó a entrar en esa morada. Allí contemplamos las tres sillas que Henry David Thoreau decía tener en su legendaria cabaña de Walden: «una para la soledad, dos para la amistad, tres para la sociedad» (Civil disobedience, 1849).
Cada silla simboliza para Thoreau un espacio, un tiempo y un tipo de relación. María sugirió además que cada silla nos habla de un tipo de conversación; y que necesitamos de la interacción entre las tres sillas para alcanzar nuestro equilibro vital. Necesitamos soledad (conversar nosotros mismos); necesitamos amistad (conversar con otro, pero íntimo); necesitamos sociedad (conversación pública).
Tanto el sentido común como la investigación científica nos hace ver que hoy, en comparación con la época de Thoreau, abusamos de la tercera silla, la publicidad: sirva de ejemplo nuestra presencia en redes sociales digitales. También parece claro que convivimos mal con la primera silla: el silencio y la soledad nos parecen aburridas, tal vez temidas.
El coloquio público que siguió a la master class, aún en Wander y en streaming, fue muy animado. El coloquio sobre el coloquio, ya en terraza y con cervezas, en mayor intimidad, estuvo aún mejor. El diálogo peripatético entre María y yo quedó truncado al llegar el metro a mi estación. Si no es por María, no sé hasta dónde me hubiera desviado nuestra conversación. Me bajé mientras tratada de responder a la pregunta: «¿Qué nos faltó abordar sobre el tema de la conversación?»