lunes, 24 de marzo de 2014

Adolfo Suárez: su última lección de política, comunicación y convivencia

Adolfo Suárez habla con la prensa en la Embajada de España en París, 1975. GETTY

«En 1980 Adolfo Suárez concedió una entrevista a Josefina Martínez del Álamo que se salía de lo habitual. Fue una conversación tan franca que sus consejeros decidieron vetarla. “Un presidente no puede ser tan sincero”, dijeron». D7 Los domingos de Abc publicó aquella entrevista con motivo de su 75 aniversario el 23 de septiembre de 2007. Hoy la ha rescatado ABC, por razones evidentes. La actualidad de los contenidos, más allá del personaje, es ahora más relevante que entonces. Los azares de su historia convierten esta entrevista en su última aparición pública, aunque aconteciera 27 años antes. Es su testamento político para nosotros.

Te recomiendo leer la entrevista entera: nos ayuda a recordar que en la vida pública siempre hay una persona detrás del personaje. Aquí reproduzco algunos párrafos directamente relacionados con la temática del blog, acompañados de una breve reflexión. Cierra esta nota su discurso electoral de 1977, con su famoso "puedo prometer y prometo", que nos permite repasar con sus palabras lo que hizo, lo que dijo que haría y lo que efectivamente logró.

viernes, 21 de marzo de 2014

'Caché', de Michael Haneke: la violencia de la incomunicación

George (Daniel Auteuil) y Anne (Juliette Binoche) en una de las secuencias clave de la película.

«¡Álvaro! La semana que viene proyectamos la película Caché y tienes que venir a comentarla. Habla sobre la violencia de la incomunicación tal y como la planteas en tu tesis». Así me obligó mi colega Juan Pablo Serra a decirle «Sí» y participar en el Ciclo de Cine que dirige en la Universidad Francisco de Vitoria, este año con el lema En camino.

Caché (Michael Haneke, 2005) es una película notable [IMDb, Filmaffinity], aunque de construcción atípica, por lo que el espectador debe concienciarse: si quiere disfrutarla, ha de poner de su parte. Georges, un hombre de éxito en la televisión, vive en una casa enorme en el centro de París junto con su mujer y su hijo adolescente. Todo parece ir bien, cuando empieza a recibir unos vídeos anónimo en los que aparece con su familia acompañados con dibujos alarmantes de oscuro significado. El modo en que Georges afronta esta situación y las consecuencias que eso podría tener en su vida personal y profesional es lo que conecta con el tema de la violencia de la incomunicación.

lunes, 10 de marzo de 2014

Ganarás la luz: biografía, poesía y destino

Buscando la luz, de Eduardo Chillida, en el Chillida-Leku.
Foto: Álvaro Abellán-García.
Los autores dialógicos sostienen que la palabra es la imagen o metáfora más perfecta del hombre, puesto que encarna en un significante (material, corpóreo) un significado (inmaterial o espiritual) y un sentido (orientación y destino). La palabra es siempre pronunciada por alguien y para alguien, lo que subraya la condición comunitaria y dialógica del ser humano. El mundo resulta significativo para el hombre en cuanto que es palabra para él; y, del mismo modo, la vida humana se torna significativa para uno mismo y para otros en cuanto que es también palabra o respuesta a los retos que el mundo nos plantea.

La historia de Helen Keller nos da pistas sobre el valor de la palabra en la vida humana; y los padres de la democracia confiaron en esa forma política precisamente porque sabían que la palabra es la forma de acción específicamente humana; y que toda acción propiamente humana es palabra.

Quizá, quienes mejor expresan y encarnan la condición del hombre como palabra son los poetas. Hoy recojo y te ofrezco algunos fragmentos del poemario de León Felipe Ganarás la luz, cuyo subtítulo ya nos pone en situación: Biografía, poesía, destino. Todos necesitamos ganar luz sobre nuestra propia vida; y el lugar en el que alumbramos nuestro destino es la palabra que pronunciamos con nuestra biografía. Éste es el testimonio del poeta:

«No en la primera, sino en la última página de la crónica es donde está escrito el nombre verdadero del héroe; y no al comenzar sino al acabar la jornada, es cuando acaso pueda decir el hombre cómo se llama». FELIPE, León. Ganarás la luz, Cátedra, Madrid, 1999, p. 90.

«La poesía se apoya en la biografía. Es biografía hasta que se hace destino y entra a formar parte de la gran canción del destino del hombre». (p. 103).

«Busco un nombre solamente. Mi verdadero nombre (no mi nombre de pila ni mi nombre de casta), mi nombre legítimo, nacido del vaho de mi sangre, de mis humores y del viejo barro de mis huesos que es el mismo barro primero de la Creación, de donde salen las uñas y las alas; mi nombre escrito en las huellas de mis pies sobre la arena blanda, hasta meterse otra vez en el mar, dejando un eco inextinguible en el viento, delante de mí, y la vieja voz que me persigue, a las espaldas. Mi nombre auténtico que le ahorre tiempo al psicoanálisis, la confesor, al cronista y al portero del cielo o del infierno. Un rápido expediente para poder decir en seguida, ante cualquier sospecha: éste soy yo». (p. 104).

«Hay un gesto en mi cuerpo y un tono en mi voz que lo dirán todo rápidamente como un relámpago en este nombre que busco: de dónde vengo y a dónde voy. Y hay alguien en el universo que espera que yo diga este nombre como una consigna para abrirme la puerta. Mi autobiografía tiene que ser esta consigna. Y al a que tú tienes que responder
[…] Quiero decir quién soy para que tú me respondas quién eres.
[…] Detrás de mí hay unas huellas sucias; delante, el guiño de un relámpago en la sombra y dentro de mi corazón, un deseo rabioso de saber cómo me llamo». (p. 105).

«Porque el poeta es el hombre desnudo que habla y pregunta en la montaña sin que le espere ya nadie en la ciudad. Habla siempre dentro del círculo de la muerte, y lo que dice, lo dice como si fuese la última palabra que hubiera de pronunciar. La muerte está tumbada a sus pies cuando escribe, esperando a que concluya. Y cuando ya no tenga nada que decir, nada que confesar y nada que preguntar, la muerte se pondrá de pie y le dirá cogiéndole del brazo: Vámonos». (p. 133).

«Puedo explicar mi vida con mis versos. […] En mi casa duerme el hombre en la misma cama que el poeta y los dos comen con la misma cuchara». (p. 179).

«Diré que la Poesía es una ventana. La ventana. La única ventana de mi casa.
Por esa ventana irrumpe la luz e ilumina todo lo que yo escribo en las paredes.
Y también entra el Viento. El viento entra y sale por la ventana […]
Yo sé además que entre el Viento y la luz hay ciertos planes.
He oído decir que entre el Viento y la luz pueden convertir un gusano en mariposa. ¿Y quién sabe lo que serán capaces de hacer algún día con el hombre?». (p. 221-222).

«Se escribe dentro de un plan que el poeta ignora al comenzar y que conoce solo el Viento. Y ahora veo que yo no he escrito más que un solo poema, uno solo. En él todo lo anterior y todo lo venidero tienen su sitio». (p. 256).

miércoles, 5 de marzo de 2014

Paco de Lucía: diálogo entre guitarra y orquesta



Según supo de la muerte de Paco de Lucía, el 25 de febrero de 2014, mi querido maestro y colega Gabriel Sánchez Rodriguez nos mandó un correo-e con un enlace al vídeo que encabeza esta nota: El Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, interpretado por Paco de Lucía. Junto al enlace, su breve y oportuno comentario de periodista conciso y esencial, que comparto contigo:

jueves, 27 de febrero de 2014

‘Gravity’: mejor película estrenada en España en 2013

Imagen promocional de la película Gravity (Alfonso Cuarón, 2013).

Ir al cine ya no es necesariamente una inversión que merezca la pena. Quizá por eso, una buena selección de lo mejor estrenado en salas cada año es un recurso muy valioso. Elaborar esa lista, reconociendo el mejor cine estrenado en España cada año natural, es uno de mis objetivos como miembro del jurado de los Premios Alfa y Omega de cine.

La gran ganadora en 2013 ha sido Gravity, una de esas experiencias cinematográficas que, sin duda, merecen la pena. Las virtudes técnicas de la película son muchas. Lo más emocionante para mí fue comparecer ante el reto logrado de un director que quiere sostener la acción dramática con apenas dos actores, o una y medio, pues Ryan Stone (Sandra Bullock) es la protagonista solitaria durante casi todo el metraje. Lo más logrado, sin embargo, me pareció el modo en el que Alfonso Cuarón logra articular forma y fondo, argumento y tema, con una planteamiento profundamente dialógico.

Todas las historias, por definición, tienen un planteamiento o sustrato dialógico, es decir: relatan la acción dramática de un personaje como su respuesta a una realidad que no le puede dejar indiferente. Pero no en todas las películas el corazón de la historia es la estructura constitutivamente dialógica del ser humano, cosa que ocurre en Gravity.