viernes, 14 de junio de 2013

Proyecto blog: descubrir y pronunciar nuestra palabra para el mundo

Obra original de Aranzazucar, tomada de su blog Vida de Peros (ahora en Aranzazucar.com)
La Pedagogía Dialógica es más que un método formativo. Sus conexiones con la Filosofía suponen una forma de comprender a la persona en sus relaciones con el mundo, con las otras personas y con el sentido de su vida. El diálogo, por lo tanto, antes que una herramienta para aprender conceptos, es el vehículo natural por el que cada uno de nosotros, en el seno de una familia y de otras comunidades más amplias (escuela, empresa, mancomunidad, redes sociales…) descubre y configura su propia visión del mundo y su forma particular de conducirse en él.

En diálogo con los otros, sea cara a cara o mediante libros, instituciones, obras culturales, medios de comunicación... vamos descubriendo quiénes somos, quiénes queremos ser, qué opciones tenemos y cuáles son las mejores, qué decisiones queremos tomar, cómo llevarlas a cabo de la mejor forma posible y cómo de satisfechos estamos con nuestros logros.

En ese contexto teórico, crear un blog no es sólo practicar una herramienta tecnológica. Tampoco es sólo una forma de comunicarnos o compartir cosas. Ni siquiera es sólo un hobby, ni una salida profesional, ni una forma de crear una marca personal. Crear un blog puede ser todas esas cosas… pero, antes que eso, y para que todo eso tenga pleno sentido, debemos comprender que publicar un blog es un quehacer que configura nuestra forma de presentarnos ante el mundo, de posicionarnos en el mundo y de pronunciar nuestra palabra para el mundo.

jueves, 30 de mayo de 2013

“Quiero que existas siempre” (El Juego: 2 de 2)

Foto: Marta Esteban-Infantes
Acepté el reto de El Juego que propone Marta en su blog Eme Entrópica a pesar de no ser un artista, al menos en el sentido estricto del término. No obstante, trato de enseñar en mis clases que toda acción auténticamente humana es una obra, lo que los artistas llaman una creación. En ese sentido, todos los seres humanos estamos llamados no tanto a hacer cosas como a obrar, es decir, a proceder de forma que nuestra acción nos mejore a nosotros mismos y mejore a quienes entran en contacto con ella.

Mi arte y mi obrar suelen desplegarse en diversos ámbitos: el arte de convivir con la familia, el arte de la amistad, el arte del encuentro entre maestros y discípulos en la universidad, la fotografía, la escritura, la investigación… Todas esas actividades son artes, con su parte de técnica y su parte de genio personal. Quizá en todas ellas pongo algo muy mío: una especie de pensar con. Creo que el pensar-con es la condición necesaria para un con-vivir creativo.

La creación que me propone Marta para que responda con una creación mía es la foto que encabeza esta entrada. Lo que estás leyendo es mi respuesta a esa obra. Es un pensar-con Marta en un diálogo mediado por su arte de hacer fotos y el mío de escribir. Y su arte de hacer fotos me sugiere tres grandes temas. La convivencia, la permanencia y el amor.

lunes, 27 de mayo de 2013

Decálogo: ¿Cómo evalúan los mejores profesores?

El club de los emperadores, una película para reflexionar sobre el valor del (auto)examen
Llegan los exámenes finales y aparece en mente de profesores y alumnos el fantasma de la evaluación. Ese momento es especialmente doloroso cuando un alumno se estrella sistemáticamente en una asignatura. El profesor dice: ¡“Estudia!” o “¡Practica!”. El alumno responde: “Eso hago”. Pero el suspenso aparece de nuevo. ¿Qué ha pasado? ¿Es incapacidad del alumno? ¿Del profesor?

Se atribuye a Albert Einstein la afirmación: “Si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes”. Casi siempre, profesor y alumno cambian algo: el nivel de esfuerzo, de detalle, de horas invertidas… pero todas esas cosas son casi-casi hacer lo mismo, aunque varíe su intensidad. Quizá el problema no esté en las horas o el esfuerzo, sino en el método.

Esta entrada continúa el análisis del libro de Ken Bain Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Hoy nos preguntamos: ¿Cómo evalúan los mejores profesores?:

martes, 21 de mayo de 2013

Palabras para Claudia (El juego: 1 de 2)

Foto: Marta Esteban-Infantes

«Es de noche y no puedo dormir. Recuerdo el día en que naciste, el día en que supe que iba a ser tu padrino -¡nada menos que tu segundo padre! ¡El responsable de educarte, protegerte y cuidarte allá donde no alcance el primero!-. Recuerdo el día en que compré tu medalla de la Virgen protectora y el Sagrado Corazón de Jesús. El día de tu bautismo, en que juré educarte en la Fe. Y recordaré, seguro, todo "lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso".

lunes, 13 de mayo de 2013

El misterio de la filosofía y la filosofía del misterio

William Turner, Tormenta de nieve en alta mar (1842).
La filosofía moderna, en su búsqueda de seguridades, abandonó la categoría de lo misterioso, tachándolo de irracional, emocional, religioso, subjetivo o no científico. Es cierto que debemos depurar el concepto de muchas connotaciones y adherencias que ha sufrido a lo largo de la historia. Sin embargo, es imposible comprender al hombre y su singular situación en el mundo sin atender a la categoría filosófica del misterio. Comprender la noción de misterio exige esfuerzo, pero, al hacerlo, ganamos luz para todo lo demás.

Hace unos días hablábamos del asombro como clave de la formación integral. Pues bien: misterio y asombro son las dos caras de una misma moneda, los dos polos que articulan la experiencia de encuentro entre el hombre que se asombra y la realidad que nos revela su misterio.

Antes de entrar en la necesaria depuración y explicación del concepto, tarea que nos llevará varias entradas, quiero compartir contigo dos ejemplos y citar a tres testigos que nos hablen de la necesidad de vivir desde la categoría del misterio. Primero te comparto algo sobre el misterio y la filosofía, acompañados por Josef Pieper. Después, quiero hablarte del misterio de nuestra propia vida, con palabras de Ortega y Gasset y versos de José Hierro.