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Manuel Hernández Hurtado, conocido como Manolo H. H.
Foto: web de RNE.
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El modo en que
Manolo H. H. daba paso y cortaba a los oyentes en su programa de hoy (
La mañana menos pensada, Radio Nacional) ha sido indignante. ¿La culpa? Del consagrado
mito periodístico de la neutralidad informativa.
Citamos dos ejemplos del falso diálogo que el periodista ha mantenido con su público entre las 9:30 y las 10h. Un oyente ha llamado para exponer el problema del paro y de las dificultades económicas que están pasando los españoles y terminaba su intervención preguntándole al periodista: “¿No le parece?”, a lo que Manolo H. H. respondió: “Quizá haya otros oyentes que piensen como usted; nosotros dejamos su pregunta en el aire”. Primera consecuencia de la supuesta neutralidad: mala educación y falta de empatía.
Al rato, ha llamado otra oyente. Decía haber escuchado Radio Nacional toda su vida y se quejaba de un hábito que le hacía plantearse si cambiar de emisora: “No me gusta que los periodistas no dialoguen con los oyentes. Parece que los oyentes llaman para hablar con una pared, cuando lo que quieren es que se discuta con ellos, que se les dé la razón o se les rebata… lo que sea, pero que se sepan escuchados, y que el periodista se moje”. Vamos, que echaba de menos dos cosas: que el oyente sea tratado como un ser humano y que el periodista ponga en juego su criterio.