lunes, 28 de diciembre de 2015

¿El final de la ideología?

El genial Mingote dedicó varias de sus viñetas publicadas en Abc a denunciar el pensamiento ideológico.

Las ideologías son un fenómeno histórico que nace en Europa y caracteriza la Edad Moderna. Si nos tomamos en serio esta afirmación, deberíamos sacar de inmediato algunas conclusiones importantes. La primera es que ni la Filosofía, ni el Arte, ni la Religión –ámbitos cuya tradición se remonta miles de años atrás– tienen, en principio, nada que ver con la ideología. Otra cosa es que, desde hace 300 años, el pensamiento ideológico haya invadido todos los ámbitos de la vida con tal virulencia que hoy apenas podemos distinguir cuándo la Filosofía –o el Arte o la Religión– dejan de serlo para transformarse en Ideología.

Pero esta confusión es terrible, porque la ideología se caracteriza por exacerbar las pasiones, simplificar las ideas, dividir a los hombres en bandos, pretender resolver los problemas de la vida y prometernos la felicidad en la tierra. Justo lo contrario que pretenden la verdadera Filosofía, el auténtico Arte, la Religión piadosa, a saber: educar las pasiones, ampliar nuestra comprensión de la realidad, unir a los hombres, situarnos frente al misterio de la vida y responder a nuestro anhelo de trascendencia.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Conversaciones sobre ‘El Principito’



El Instituto John Henry Newman (IJHN) quiso sentarnos cara a cara a @Chema Alejos y a un servidor para conversar sobre El Principito. Sin guion, sin indicaciones… dos buenos amigos que comparten pasión por una misma obra. Supongo que gustará a los amantes del libro; a nosotros se nos pasó la hora en un suspiro y me temo que hicimos trabajar extra a los editores del Instituto.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Una defensa de tesis doctoral: «Llevar un hecho a la plenitud de su significado»

Ana del Valle, momentos antes de comenzar la defensa de su tesis. Foto: @Suka131.

«No nos asombremos demasiado de hallar, en lugar de las palabras travelling, encuadre, objetivo y toda la fastidiosa jerga de los estudios, los términos más nobles y pretenciosos de alma, dios, inquietud o pecado» (Son palabras de Jean-Luc Godard en referencia al cine de Alfred Hitchcock).

Así comenzó Ana del Valle la defensa de su tesis doctoral, que lleva por título La posición de cámara y el montaje en el cine de Alfred Hitchock como un acto moral. La tesis ha sido defendida en la Universidad Francisco de Vitoria, ante un tribunal integrado por José Manuel García Ramos (presidente), Ninfa Watt, José Ángel Agejas, Juan Orellana y Pedro Javier Gómez Martínez.

Quiero agradecer a cada uno de los miembros del tribunal su lectura rigurosa y a fondo de la tesis; lo valioso de sus aportaciones; el modo en que se han puesto en juego reflexionando a partir del contenido de la tesis; su arte al lograr que sus correcciones orienten, formen y mejoren el trabajo de la doctoranda; y la profundidad y el valor de sus preguntas. Lamento ahora no haber grabado todas sus intervenciones para meditarlas con mayor tiempo y calma.

Fue un acto académico vibrante, de gran altura, tanto intelectual como existencial. La tesis ha recibido la calificación de Sobresaliente cum laude por unanimidad; y pronto tendré ocasión de compartir contigo más cosas sobre la “original” y “extraordinaria” tesis de mi primera doctoranda, pues “hay que tener valor para hacer una tesis sobre Hitchcock y pretender decir algo nuevo, y esta tesis lo ha logrado” –son todas palabras del tribunal–.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

De princesas y dragones

San Jorge y el dragón, Rafael Sanzio, 1504-1506.
National Gallery or Art, Washington D.C. (EE UU).
Los seres humanos no vivimos en un medio-ambiente, sino en un mundo. Nuestra circunstancia no es un conjunto de estímulos frente a los que reaccionamos, sino uno un conjunto de realidades, más o menos próximas o lejanas, con las que nos relacionamos. Aunque fijemos nuestra atención en una sola de las realidades que nos rodean –por ejemplo, en el teclado en el que escribo estas palabras o en la pantalla en que me estás leyendo–, siempre situamos esa realidad en un fondo de significaciones que llamamos mundo y en el cuál mi teclado, tu pantalla, adquieren sentido. Por eso mismo, todas nuestras acciones revelan siempre dos dimensiones irreductibles: la visible y la invisible.

No sabemos acceder a lo invisible sin lo visible pero, a veces, lo visible nos obsesiona hasta cegarnos para lo invisible. Por eso mi maestro Alfonso López Quintás propone que ensayemos siempre una mirada bifronte, que atienda, a un tiempo, a lo visible y lo invisible. Por ejemplo: durante los pasados siglos, la educación se centró la noble tarea de lograr la alfabetización universal. Pronto nos hemos dado cuenta de que es necesaria una alfabetización de segundo grado, invisible: no basta saber leer, hay que comprender el sentido de lo que se lee. Por eso hay personas que leen mucho sin entender su mundo; mientras que otras entienden el mundo sin saber leer. Las primeras sólo ven lo visible; las segundas ven lo invisible del mundo, sin necesidad de haber leído.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Mark Zuckerberg y su carta a su hija (en español)

El matrimonio Chan Zuckerberg y su hija Max en el Facebook del padre de la cosa, 1.12.2015.

@JulianLozanoL me preguntó en Twitter qué me parecía la «larga carta de Mark Zuckerberg a su hija», «A letter to our daughter», publicada en Facebook por su creador y CEO el pasado 1 de diciembre. «Bien», «mal», «estoy de acuerdo», «es una utopía» y demás respuestas apropiadas para el microbloggig me parecían insuficientes.

Lo primero que pensé es que era una lástima que tres días después de haberse publicado no fuera fácil encontrar una traducción al español completa y más o menos fiel al texto de Zuckerberg. Así que me lancé a traducirla y te ofrezco mi trabajo en esta misma nota, unos párrafos más abajo. Mientras buscaba las palabras adecuadas, me surgían algunas ideas que comparto ahora contigo, apenas esbozadas, con la única pretensión de proponer diversas líneas de reflexión.

jueves, 26 de noviembre de 2015

López Quintás: ‘La ética o es transfiguración o no es nada’

Retrato del profesor Alfonso López Quintás. Fotógrafo, fecha y lugar, desconocidos (¡por ahora!).

«Crecer es ley de vida». «Crecemos jugando, es decir, asumiendo las posibilidades creativas que nos ofrecen las realidades del entorno». «Cuando se da esa fecunda interacción creativa, podemos decir que actuamos inspirados». Estas son algunas claves que encontramos ya en el Prólogo de La ética o es transfiguración o no es nada (BAC, 2014), la última gran obra –hasta el momento– del profesor Alfonso López Quintás, importante figura del personalismo español.

domingo, 11 de octubre de 2015

Borges y la filosofía: cuando la vida estorba al pensamiento

Parece que a los caballeros de la izquierda no les molesta ni la música ni el cuerpo. 
Aunque no sabríamos valorar la altura de sus pensamientos.
Foto: Robert Doisneau, París, 1953.

El desprecio a la teoría en el corazón de Europa es hoy alarmante. También lo es la separación radical entre teoría y práctica. He tratado de dar cuenta de este malentendido en Elogio de la Teoría I y Elogio de la Teoría II. Esta vez querría mostrar con un delicioso fragmento de Jorge Luis Borges que parte de esta culpa la tienen, es verdad, los filósofos.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Proyecto blog: «Para crear lo fantástico, primero debemos entender lo real»

Hada sobre la hoja,  ilustración de Jorge Borja Jacob en Drawing My World.
El Proyecto blog de los alumnos de Comunicación Audiovisual ha estado marcado por la reflexión sobre los «mundos posibles». Este concepto filosófico ha sido importado al mundo de la ficción y resulta crucial para entender la narrativa transmedia. Imaginar otros mundos posibles –sean ficticios o sean realizables en el futuro– no sólo es una de las características más sorprendentes del ser humano, sino una necesidad para su supervivencia y su felicidad.

Al entender los relatos de ficción como mundos posibles, aprendemos dos cosas: la primera, que los mundos ficcionales han de tener una lógica o coherencia interna: han de ser en sí mismos posibles, coherentes, consistentes. Lo segundo, que para resultar significativos para el hombre han de ser verosímiles, es decir, han de iluminar aspectos relevantes de la existencia humana.

domingo, 6 de septiembre de 2015

George Steiner: «No nos quedan más comienzos»

George Steiner en una fotografía de archivo. He tratado de encontrar, sin éxito, el origen y autor 
de esta imagen, lo cuál no deja de ser un buen símbolo para esta entrada del blog.
Qué comienzo. Qué primera frase para romper el silencio. Qué confesión. Qué contradicción es comenzar un libro con las palabras: «No nos quedan más comienzos». Gramáticas de la creación. «En las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso», continúa. Sabor finisecular y pesimista. Expresa el «cansancio esencial» de Occidente, a cuyas espaldas queda un siglo XX cargado de promesas y traumatizado por las guerras mundiales y el fracaso de las utopías. Demasiadas promesas incumplidas: el milagro de la educación y la organización del estado moderno, el milagro de la ciencia y la tecnología, el milagro de la economía y el paraíso del bienestar.

La metáfora perfecta de la modernidad, dice George Steiner, es La Metamorfosis de Kafka. El hombre queda trasmutado en bicho, aplastado por la burocracia, el trabajo alienante, las relaciones puramente funcionales y el universo de cosas que ha construido. El hombre, instalado en un universo de cosas, queda reducido a mera cosa.

lunes, 31 de agosto de 2015

Nosotros, los fotógrafos

El maestro Chema Madoz retratado por Lupe, cortesía de HelloLupe.com.

«Y cómo se llamará nuestro grupo?», preguntó Jessica. «16 ISOS», bromeó Lucas. Ya era mucho decir 16, pues apenas media docena de alumnos éramos los preocupados por la fotografía a mediados de los 90 en la Universidad Francisco de Vitoria. No obstante, 16 ISO, esa mítica sensibilidad estudiada en los libros pero nunca vista en la vida real, hablaba de un grano de plata de gran calidad, impresionado a fuego lento. Han pasado algunos años y miles de fotos desde aquel principio de no se sabía muy bien qué. Pero aquel mítico carrete soñado entonces se ha revelado en las vidas de muchos de nosotros (Ramón, Willy, Áboli, Lupe... aunque toda enumeración es una memoria injusta y recuerdo ahora especialmente a las primeras generaciones).

lunes, 24 de agosto de 2015

Drácula: un original que supera todas las copias

Winona Ryder es Mina en Bram Stoker's Dracula (Francis Ford Coppola, 1992). 
A pesar del título, la película traiciona los valores y el sentido de la novela original.

Estoy seguro de que sabes quién es el conde Drácula, pero quizá no hayas leído la genial novela que dio fama mundial al personaje y que supo crear esa insuperable atmósfera romántica y pavorosa, científica y mítica, diabólica y sagrada: el Drácula de Bram Stoker. Con este libro viví la experiencia reveladora que acontece cuando te encuentras con un original radicalmente distinto –e infinitamente mejor– que sus posteriores adaptaciones.

La novela de Abraham (Bram) Stoker es una de las historias mejor construidas de las letras universales (según Luis Alberto de Cuenca) y la novela más hermosa jamás escrita (según Oscar Wilde). Sin duda, lo segundo es más exagerado que lo primero pero, en ambas afirmaciones hay algo de verdad. Incluso quien no sea un amante de la literatura quedará fascinado por la genialidad estructural de la obra, construida con retazos de diarios, recortes de periódico y notas manuscritas, y con un ritmo y juego de perspectivas que enganchan al lector de forma similar a las mejores novelas policíacas.

martes, 18 de agosto de 2015

La historia que esconden las piedras

¿Qué historia cuentan las piedras de este collar? Moulin Rouge (Baz Luhrmann, 2001).
«Las piedras preciosas no sólo tienen quilates y leyendas, también tienen historia», enseña Gregorio Marañón (Rapsodia de las esmeraldas). Y murió al poco de advertirnos del peligro de dejarnos atrapar no por la historia, sino por la posesión de las piedras más hermosas de todas: las esmeraldas de Zobeida. Pues si algunas piedras pueden salvar vidas, otras pueden comprar almas.

Las piedras estaban aquí antes de que llegáramos nosotros. Pero no son orgullosas. Y su magia –incluso su magia negra– no es culpa de ellas. Si las escuchas el tiempo suficiente te dirán que nos estaban esperando. «¿Para qué?», les pregunté abiertamente alguna una vez. Pero ante un examen tan directo, enmudecen.

jueves, 13 de agosto de 2015

Sólo el asombro conoce

Werner Heisenberg formuló el principio de incertidumbre. Recibió el Nobel de Física en 1932.

La posibilidad del contacto con los genios mediante la lectura es una «gracia» para la que deberíamos prepararnos «como para la oración» (A.-D. de SertillangesLa vida intelectual, Atlántida, 1944). Quizá hubo un tiempo en que no era necesario decir esto. Aquel tiempo en que los libros eran escasos; la lectura, el privilegio de unos pocos; y conservar el saber por escrito, algo demasiado costoso como para relatar tonterías. En aquel tiempo, todo libro era un tesoro en sí mismo y por su contenido; y poder leerlo era un privilegio frente al que era imposible no responder agradecido. Hemos perdido la conciencia agradecida de herederos en este y otros muchos campos, y por eso, entre otras razones, resulta necesaria una pedagogía del asombro.

viernes, 7 de agosto de 2015

La persona detrás de la obra

«La grandeza de la vida de Menéndez y Pelayo fue precisamente el convertir su trabajo, sus libros, en su único amor. No estoy de acuerdo con los que dicen que don Marcelino es su obra, y que las anécdotas de su vida apenas tienen significación ni valor. […] Los biógrafos hablan de los largos años de meditación del maestro […] Pero, en esas horas, ¿qué pasaba en su alma? Estudiaba, meditaba, sí. Pero ¿cuáles fueron sus tentaciones, y sus luchas pera vencerlas, y sus ambiciones frustradas; cuáles fueron las voluntarias amputaciones que hizo de muchas rosas fragantes del inmenso jardín de su corazón?».

Son palabras de Gregorio Marañón meditando sobre su maestro (Tiempo viejo y tiempo nuevo). Marcelino Menéndez Pelayo, maestro de maestros. El hombre cuya ciencia fue asombrosa y cuyas exageraciones científicas merecen nuestros perdones. Aquellos defectos de la obra son fruto de la pasión de la persona, pasión que incendió el corazón de sus discípulos e hizo de la segunda mitad del XIX el segundo siglo de oro español. No tendríamos a la Generación del 98 sin el sello de Menéndez Pelayo.

Hay que mirar a la persona detrás de la obra pues, como dice Marañón, en la persona se ve mejor el dedo de la Divinidad creadora de la que brota luego la obra. Cuando uno escoge un gran libro, entra en un nuevo mundo. Detrás de ese nuevo mundo está el genio creador. Detrás de ese genio creador, está el mundo que lo vio nacer. Detrás de ese mundo, están otros genios creadores. Detrás de esos genios creadores hay otro mundo. Y así, en un juego de mundos y creadores que un Borges matemático y escéptico haría llegar al infinito, y en el que un confiado campesino intuye que ha de haber un primer Libro, y un primer Creador.

martes, 4 de agosto de 2015

¿Son las vacaciones una forma de arte?

Fotograma de El último samurái, Edward Zwick, 2003.

Seguramente ya estés inmerso en las vacaciones. No importa. Porque la vida del espíritu no sólo inspira el trazo de nuestros itinerarios, sino que renueva el modo en que los recorremos. Recuerdo ahora el modo en el que capitán Nathan Algren (Tom Cruise) viste –y es vestido– en su armadura para la batalla final (El último samurái, Edward Zwick, 2003). Cada pieza y cada movimiento son, a un tiempo, quehacer mínimo y expresión máxima de la vida, la muerte y el valor. Recuerdo ahora al zorro enseñándole al principito que los ritos son importantes, transfigurados en rutina creativa (El Principito, Antoine de Saint-Exupery). ¿Pueden ser las vacaciones una forma de arte que nos revele quiénes somos y quiénes queremos ser?

martes, 28 de julio de 2015

Los hechos y su sentido: ¿por qué el pollo cruzó la carretera?

Fotografía de Arthur Tress, San Francisco, 1964.
«¿Por qué el pollo cruzó la carretera?» El hecho incuestionable es que el pollo cruza la carretera. Pero, ¿por qué? A la hora de encontrar el sentido de dicho acontecimiento es donde, demasiadas veces, ponemos más de nuestra subjetividad que del análisis de lo real. Prueba de ello son las respuestas ficticias que personajes históricos muy reales darían a esa pregunta:

Platón: «Porque al otro lado de la carretera se encuentra la verdad».
Aristóteles: «Porque está en la naturaleza del pollo cruzar las carreteras».
Buda: «Preguntarse tal cosa es renegar de tu propia naturaleza de pollo».
Galileo: «Y, sin embargo, la cruza».
Karl Marx: «El pollo cruzó la carretera porque era dialécticamente inevitable».
Joseph Stalin: «El pollo debe ser fusilado inmediatamente, junto con los testigos de la escena y diez personas más, escogidas al azar, por no haber impedido ese acto subversivo».
Sigmund Freud: «Que preguntes por un pollo revela tus traumas sexuales».
Albert Einstein: «El hecho de que el pollo cruce la carretera o de que la carretera pase por debajo del pollo depende del punto de referencia».

Si le preguntas a Google "por qué el pollo cruzó la carretera", encontrarás muchas otras variantes de este chiste, con cientos de respuestas previsibles de personajes históricos o ficticios, y hasta de arquetipos profesionales, como "profesor de primaria", "profesor de universidad", etc.

jueves, 23 de julio de 2015

Cormac McCarthy: lo esencial en la carretera

Fotograma de la película La carretera (The RoadJohn Hillcoat, 2009), protagonizada por Viggo Mortensen.
«Retirado en la paz de estos desiertos
con pocos, pero doctos, libros juntos
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos».

Así empieza el soneto que escribió Quevedo a su editor desde la torre que era a un tiempo refugio y destierro. En otros géneros, sería imprudente no leer a autores vivos pero en Literatura suelo seguir la máxima de Quevedo: «pocos, doctos y difuntos». Tenemos poco tiempo para leer, así que conviene acertar y la mejor criba la ofrece el paso de los siglos.

Mi consejo llevó a mi buen amigo Juan Pablo Serra a retomar la lectura de algunos clásicos y pronto me comunicó su alegría por haberse encontrado con la genial San Manuel Bueno Mártir, de Unamuno. Me recomendó, contra mi máxima, que leyera a un autor vivo. «Si te sirve de aliciente, te diré que el autor tiene 77 años». Humor negro. Hablaba de Cormac McCarthy y su breve La carretera (The Road, 2006) Luego llegó la película, pero leí primero el libro, definitivamente mejor.